El lugar era precioso con un estilo sumamente delicado sin dejar la extravagancia de lado, pero nosotros nos dirigimos a una puerta escondida en la pared, según Thomas, este lugar se lo reservaba exclusivamente para reuniones importantes, así como lo era la nuestra.
Una vez que nos sirvieron la comida y nos prepararon el vino comenzaron las negociaciones. Desde un principio dejó en claro que no daría su aprobación al proyecto si los Estados del sur no recibían alguna recompensa a cambio de sus servicios y todo intento de convencerlo era en vano, incluso el explicarle más a fondo las conexiones bancarias que se podrían llegar a crear fue una pérdida de tiempo ¿qué podía querer más que el dinero?
De repente una idea paso por mi mente.
-¿Y si colocamos ahí la capital del país?
Esas simples palabras dejaron a Thomas sin habla aunque había nacido de la desesperación era una buena idea, no tenía con que refutarla, el sur no sólo obtendría el reconocimiento que se merece sino que también a partir de ahí empezaría el proyecto.
Lo habíamos logrado.
El resto de la noche la dedicamos a beber, a celebrar e inesperadamente a conocernos aún más. A veces es increíble el poder que tiene el alcohol sobre las personas, la sensación de libertad que produce es alucinante, Thomas y yo no pasábamos de reírnos a carcajadas de nuestras "aventuras " de jóvenes o de unos cuantos "contratiempos" que tuvimos con Washington o con Lafayette alguna vez. En verdad era una persona de lo más agradable y me sentía como un completo imbécil al no verlo antes, tenía que disculparme.
-Thomas - logre modular mientras me levantaba de la silla en dirección hacia él.
-¿Ah? ¿Que ocurre?- Respondió.
-Tengo que disculparme contigo, te prejuzgue mal - mencionó parado frente a él - en verdad lo siento.
Thomas se levantó envolviéndome en un abrazo - no pasa nada - susurró mientras me apartaba
-¡No ! ¡Es necesario que me escuches ! Se que al volver a estar sobrio por orgullo te seguiré tratando mal ¡ Y no te lo mereces!- expliqué golpeando su pecho con indignación. Me sentía como un niño, pero necesitaba que entendiera que en realidad no lo odiaba sino que lo apreciaba mucho por lo que seguí golpeándolo; a causa de mi estatura y estado estos no le causaban el mínimo daño pero eran suficientes para desestabilizarlo provocando nuestra caída al suelo.
-¿ Era necesario llegar a esto Alex? - pregunto aún tumbado. Yo sólo escondí mi rostro entre su pecho y mis manos verdaderamente avergonzado. Por lo cual decidió sentarse y mantenerme entre sus brazos como el ramo de rosas que le había entregado sólo un par de horas atrás - a decir verdad yo también debería disculparme contigo - alcanzó a decir
-¿ Ah? ¿A que te refieres ?- Pregunté mientras me sentaba estrepitosamente - ¿ A las jugarretas y bromas que sueles hacerme?
- Si, pero... - murmuró deslizando levemente su mano por mi mejilla hasta mi nuca acercando mi rostro al suyo - yo Me refería a esto - Al terminar de decirlo unió muestras labios en un profundo beso, quería detenerlo pero sentía como si me quedase sin fuerzas cada vez que su lengua recorría el interior de mi boca pasando aún por el pliegue más pequeño como si ya la hubiera recorrido con anterioridad. Sus manos tomándome fuertemente de la cintura y la espalda me acercaban cada vez mas a él volviendo el beso mucho mas profundo, podía sentir mi cuerpo más caliente a cada segundo que pasaba, mi mente daba vueltas sin poder concentrarse y en un acto de reflejo abrace su cuello para estar aún más cerca de él.
Al cabo de unos segundos nos separamos y pude divisar el rostro ruborizado y jadeante de Thomas que despertaba en mi aún más ganas de poseerlo y así poder ver ese rostro uno y otra vez.
- Que rostro tan libidinoso está poniendo señor Hamilton - comentó altaneramente.
Me ruborice casi al instante y voltee la cabeza.
¿Cómo había terminado en esa situación?¿Cómo le vería en el trabajo desde ahora?
-Lo que estamos haciendo es inaudito señor Jefferson, deberíamos detenernos - susurré con preocupación.
- No hay ningún problema Alexander.
- ¿Como estas tan seguro?
-Por que nadie nunca sabrá lo que a pasado aquí - susurro acercándose a mi oído - ¿Te gustaría repetirlo alguna vez?
Fin.
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Hola amores mios.
Hace eones que no pasaba por está aplicación, pero a pedido del público aquí les dejo el último capítulo de esta vaina.
Si este capítulo es "aclamado" por así decirles les daré una conclusión de de verdad.
Los estaré esperando.
Nos leeremos pronto :'D
Aiosh~☆
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El cuarto donde ocurrió. (Jamilton)
FanfictionDesde que apareció Jefferson la vida de Alexander es una pesadilla, ¿Pero quizás una reunión lo cambie todo? Au: Histórica