Era el último día de trabajo esta semana, tan solo pensar que estaba a unas horas de divertirme hacia del trabajo más pasajero. Aún debía de cumplir con lo prometido de Haseul, conocer a su amiga, y a pesar que no tenía ganas de hablar con alguien que quiere algo serio conmigo no me importaba si ella se animaba a tener un momento íntimo. Algunos de mis compañeros del trabajo supuestamente también irían, habrían invitado a unas chicas seguramente con el mismo propósito que yo tengo con aquella chica.
Terminé mi turno y me dirigí a mi casa, debía de bañarme y preparar mi ropa, decidí también invitar a Hyejoo para distraerse de su estrés por buscar un empleo, le pregunté a Gowon si quería acompañarnos una sola vez en su vida pero como era de esperarse se negó.
Ya llegada la noche, en la fiesta, me encontré con Haseul y junto a ella una chica de apariencia joven, con un acento raro se presentó como ViVi, en ese momento supe que se trataba de la novia de Haseul, un poco más atrás de ViVi había una chica con buen cuerpo y cabello color rojo, me llamó mucho la atención de lo bella que era, se veía algo tímida por lo que me acerqué a ella para presentarme.
— Hola, me llamo Yves, ¿eres amiga de Haseul? —en su rostro se mostraba una sonrisa muy tímida, instintivamente sonreí igualmente y no podía quitar la mirada de sus ojos.
— Hola, sí. Me llamo Soojin, un gusto.
— ¿Quieres que vayamos por un trago? —veia sus labios temblar, quería reírme de lo linda que era pero debía de contenerme. Un segundo después de respondió con un “Claro”, la tomé ligeramente del brazo soltándola unos momentos después.
Nos fuimos a la cocina donde la mayoría de las bebidas estaban sobre la mesa, charlamos todo lo que podíamos, su timidez se iba yendo poco a poco y su lado sexy se mostraba cada vez más, algo que me gustaba y me atraía. No sabría decir cuántos tragos habríamos tomado antes de empezar a acercarnos más hasta el punto que la tenía contra la mesada tomada de la cintura y besándola. Soojin sabía dónde tocar para provocarme a querer acostarme con ella, intentamos ir a la habitación de Jungeun pero para nuestra mala suerte estaba ocupada, fue entonces que decidí llevarla al baño a quitarnos las ganas que traíamos.
La respiración agitada de Soojin cada vez que la tocaba en sus zonas más sensibles eran delicados y tiernos, a diferencia de su cuerpo sensual. Por su parte no lo hacía tan mal, aunque me hubiera gustado disfrutarlo más en una cama ella podía hacerme disfrutar muy fácil. Estuvimos encerradas tan solo unos minutos y decidimos salir cuando empezaban a golpear la puerta muy seguido.
Me volví a encontrar con Hyejoo, ella preguntándome si la había pasado bien y yo con mi risa le había dado la respuesta. Decidí ir a caminar por el patio de la casa ya que era bastante espaciado, había muchas personas bailando, bebiendo y muy pocas hablando tranquilamente, me di cuenta que había una chica sola sentada bebiendo algo y por aburrimiento me acerqué a ella.
— ¿Estás sola? —en medio de mi vista un poco borrosa podía distinguir que se trataba de la estudiante del sandwich.
— Hola, ¿te acuerdas de mí?
— Claro, eres la del sandwich dietético, ¿qué haces aquí?
— Un chico me invitó, debe de estar adentro bailando con sus amigos.
— ¿No te gusta bailar?
— No mucho, tampoco soy de beber demasiado.
— Por cierto, ¿cómo te llamas?
— Me llamo Jiwoo.
— Tus labios parece que dicen Chuu.
No sabía si era el alcohol que estaba haciendo más efecto en mí o es que toda la cara de Jiwoo me provocaba ternura, no podía dejar de verla y ella lo sabía, cuando me miraba tan solo se reía ante mi posible cara de estúpida que ponía. La mayor parte de la noche me quedé con ella y cada vez que la llamaba siempre la llamaba por “Chuu”, me olvidé completamente de Soojin. Tal vez ella se preocupó mucho por mí y cuando vió que tardaba un poco en reaccionar decidió llevarme hasta mi casa, pude mencionarle a Hyejoo para volver junto a ella, llamó un taxi y nos fuimos todas hasta mi casa.
Al día siguiente sentía algo realmente suave entre mis brazos, abrí mis ojos y me sorprendí un poco de encontrarme con Chuu, pero después de pensarlo bien tenía sentido que estuviera dormida conmigo, no dejaríamos que durmiera en un lugar incómodo como el sofá. Aunque ya sabía que era aquello suave que abraza no podía dejar de hacerlo, se sentía bien y verla dormir me daba paz, era como ver alguna escena de película donde todo es rosado y caen pétalos pequeños a su alrededor.
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Virgen y mía || YChuu
Historia CortaDonde en las noches de ebriedad todos quieren probar de ti y yo solo quiero que te quedes conmigo.