Morgan Adams es un chico muy tierno, dulce y amable pero con unos cuantos kilitos de más los cuales le han causado problemas de baja autoestima, pero que con el tiempo y con la ayuda de su mejor amiga logró superar.
Él no a olvidado a su primer amor...
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Cuando Trevor escucho abrir la puerta y trató de ser lo más amistoso posible para comenzar con el pie derecho con su compañero, lo que nunca imagino fue ver a esa persona parada ahí.
Trevor no daba crédito a lo que miraban sus ojos, acaso podría ser ¿Morgan?... mierda!!!... Siii es Morgan!!!....
Nunca podría olvidar esa mirada, su sonrisa infantil, sus... ¡Mierda, pero como a cambiado!... Este no es el mismo chico que deje atrás, gordito casi de mi misma altura, con ropa holgada y unas mejillas muy pronunciadas y rosadas, tampoco es el mismo niño que vi en la fotografía de su casa con el pelo largo... él... él es enorme!! Varios centímetros más alto que yo, ya no es gordito, más bien corpulento, con ropa a su medida, sus mejillas siguen rosadas... ¿Pero dónde mierda quedaron sus abultadas mejillas que cuando reía se le hacían unos hoyuelos hermosos?.... y su voz... Dios, su voz!! apenas pronunció palabra, pero esa voz varonil es la que escuchaba del otro lado del teléfono, terminé de comprabar que era Morgan, ¡Mi Morgan! cuando pronunció estas mismas palabras...
- ¿Trevor?... ¿Mi Trevor?...
- Morgan!!!... no lo puedo creer, eres tú!!! {corri a abrazarlo, su cuerpo es firme, no como el mío pero se siente bien, extrañaba este calor que él proporciona, mierda este olor que desprende de hombre varonil contrasta con la inocencia de su rostro} ...que gusto verte amigo, no sabes cómo te he extrañado...
- Trevor!!!...{pronuncié su nombre con un hilo de voz, estaba tan sorprendido de verlo y escucharlo, sigue siendo hermoso con esos ojos llenos de vida y su sonrisa, ya no es el mismo niño delgadito que recordaba, ahora es fuerte y musculoso... lo sentí cuando corrió a abrazarme} ...hola amigo, ¿Cómo has estado? Yo también te extrañé...
- Mierda, Morgan que perfecta coincidencia, traté de llamarte varias veces para darte mi número de celular y poder llamarnos, no sabía a que universidad irías...
- Yo también llame varias veces, pero nadie contestó, te deje una carta en casa de tu mamá...
- Wooww, no sabes que gusto me da verte, tenemos tantas cosas de que hablar, por cierto ¿Sabes lo de mamá?...
- Si, se ve muy feliz con él, en varias ocaciones lo a llevado a casa...
- Si, yo también la veo feliz y eso me tranquiliza... pero dime ¿Qué haces aquí?, yo te hacía en Harvard no aquí...
- Recibí dos ofertas... pero me decidí por esta...
- Wooow, sigues siendo un cerebrito, pero es perfecto que hayas decidido venir aquí, mira nos hemos reencontrado y mejor aún estaremos durmiendo juntos, eso es perfecto son cuatro años Morgan, cuatro años!! hay tanto de que hablar...
- Si, hay tanto de que hablar...
Ambos se sentaron en la cama uno frente del otro, se veían incrédulos era asombroso verse después de tanto tiempo, en sus rostros había una gran sonrisa y una luz en sus ojos, querían decir tantas cosas pero no sabían por donde comenzar.
