Morgan Adams es un chico muy tierno, dulce y amable pero con unos cuantos kilitos de más los cuales le han causado problemas de baja autoestima, pero que con el tiempo y con la ayuda de su mejor amiga logró superar.
Él no a olvidado a su primer amor...
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Alice se fue y yo me quedé en la cafetería por treinta minutos más dandole vuelta a todo lo que acababa de escuchar, pero lo único que aparecía y retumbaba en mi cabeza era que Morgan me amaba como yo a él... ambos tenemos miedo de perdernos, tengo que buscar una manera de demostrarle a Morgan que lo amo y que nunca más lo dejaré... me siento terrible al saber que le cause tanto daño a Morgan cuando me fui a vivir con mi padre, pero juro que lo compensaré con todo este amor que siento por él.
Cuando llegué a la habitación Morgan ya estaba ahí...
- Hola, ¿Dónde estabas?...
- Hola, fui a dar una vuelta, ¿Y tú a que hora llegaste?...
- Hace poco... Trevor, nesesito hab...
- ¿Qué crees?, se me había olvidado comentarte que estaremos entrenando duro estos dias porque la otra semana habrá una partido de exhibición, así que espero ver a mi novio en las gradas apoyandome...
- Es que, yo...
- Osito, por favor ven a verme, ¿Si?...
- Tengo un trabajo que hacer y me llevará unos días en la biblioteca... pero trataré de estar ahí...
- ¿Lo prometes?...
- Si, te lo prometo...
- Perfecto!!, eso me traera buena suerte, estos últimos días han sido un poco complicados pero ahora todo es diferente...
- ¿Ahora?, ¿A qué te refieres?...
- No seas un osito curioso, después te contaré todo, lo prometo... ¿Qué, por qué me vez así?...
- Me gusta que me digas así...
- ¿De verdad?... ¿Y qué más te gusta? {me senté frente a él para acercar mi mano y darle una caricia en su mejilla, Morgan cerró sus ojos en cuanto sintió mi tacto}
- ......
- Morgan, respondeme ¿Qué más te gusta?...
- Todo... todo lo que viene de ti me gusta...
Contestó aún con sus ojos cerrados y yo daba gracias por eso, no quería que viera mi cara de idiota al escuchar sus palabras, pero eso no significa que podía contenerme... me acerqué lentamente hasta sentir su aliento, y ese aroma que me embriaga, amo esa maldita loción que usa, hace que deje de pensar racionalmente, mordí su labio y él suspiró ante mi contacto e inmediatamente abrió sus labios para darme paso a mi entero antojo, succione su labio y después lo volví a morder.
Morgan seguía sin abrír sus ojos era como si estuviera concentrado disfrutando esto tanto o más que yo, metí mi lengua para enrollarla con la suya, su saliva es tan dulce que me invita a no soltar sus labios, a cada momento el beso se fue intensificando más, tanto que algo en mi entre pierna se hizo presente y ahora es doloroso, quiere liberarse pero no, aún no es tiempo, estoy a punto de quedarme sin aire, entonces Morgan me toma de la nuca mientras enrolla sus dedos en mi cabello haciendo mi cabeza para atrás, muerde mis labios, mi mandíbula, mi cuello, el lóbulo de mi oreja y regresa a mis labios... el beso se vuelve más intenso cada vez y estoy seguro que Morgan está igual que yo, ya no pensamos ni razonamos, mi cuerpo se mueve por voluntad propia, de pronto escuchamos un ruido fuerte y constante que nos sacó de la burbuja de pasión que habíamos creado, es mi celular que no deja de sonar, cuando me doy cuenta no se cómo llegué al regazo de Morgan, ambos estamos agitados y sin aliento nos miramos un tanto confundidos y al no saber que más hacer me levanté a contestar mi celular...
