"En el Purgatorio de Dante, los penitentes eran obligados a arrodillarse en una piedra y recitar los ejemplos de avaricia y sus virtudes opuestas. «Avaricia» es un término que describe muchos otros ejemplos de pecados. Estos incluyen deslealtad, traición deliberada, especialmente para el beneficio personal, como en el caso de dejarse sobornar."
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—¿Anthony, hijo estas ahí?— Insistió la mayor en ocasiones tocando las puertas de maderas con sus nudillos.
Steve se separo de inmediato del castaño quien vio aquello con desilusión, jadeo abatido y carraspeo tallando sus ojos. —Adelante mama.—.
La rubia entro a la habitación con recelo, una de las lamparas de noche era la única luz en la habitación. Rogers se encontraba frente a una de las ventanas, cruzado de brazos viendo al exterior, mientras que Tony aguardaba sentado a la orilla de la cama. —Ahh... Mi pequeño.— Musito Maria acercándose a el y poder abrazarle.
El menor ni siquiera opuso resistencia, de hecho correspondió el abraza acariciando los mechones dorados que colgaban entre el tocado de su madre. —Lo siento...— Hablo Tony, de nuevo, con el habla quebrada.
—No, hijo.— La voz delicada de la mayor solo hizo sollozar de nuevo al castaño haciendo que su madre se encargara de secar las inminentes lagrimas. —No fue la mejor forma de encarar a tu padre. Nos ha lastimado mucho a ambos... Sin embargo, tu eres lo único que amo en este mundo si condición, Tony.—
El aludido bajo la mirada, sintiendo el alma destrozada al escuchar las palabras de su progenitora. Quien sin dudarlo de nuevo, consoló a su único hijo sobre sus brazos, como si fuese su mas grande tesoro, cosa que era completamente cierta. Por otro lado, Rogers seguía viendo tras aquella ventana que daba a ese jardín en especial donde la fiesta hasta hace poco se había llevado a cabo.
Y en caso de que hubiese alguna duda, no, no había escuchado nada de lo que tanto madre e hijo se habían dicho el uno al otro, sus pensamientos estaban en otro lado y era muy obvio predecir en donde. La voz tiritante de Tony resonaba en su cabeza "No lo estará..." . Steve incluso si relamía sus labios aun podía saborear el aliento del menor, sus manos aun sentían el cosquilleo cada relieve de sus ropas y su cuerpo la indiscutible necesidad de simplemente besarle.
Su diestra se encontraba firmemente sosteniendo esa cruz de plata que colgaba de su cuello. Hacia su intento pero era imposible, no podía dejar de pensar en Anthony, en esos hermosos ojos color avellana y esos cabellos castaños y suaves al tacto. Esa piel caramelo que apostaba era tan dulce como parecía. Pero había otra cosa, otro detalle que se negaba a salir de sus pensamientos. El mal que estaba haciendo. No era correcto, simplemente no era como tenia que ser ¿Por que estaba sintiendo ese tipo de cosas hacia ese chico... Hacia ese hombre? Su criterio le negaba por completo esas ideas. Steve sabia que lo que comenzaba a sentir no era digno, no era lo que hombre como el debía de sentir.
¿Y Sharon, como podía hacerle eso a su prometida? Con quien tiene mas de un año planeando su tan esperado día. El día cuando finalmente se unan ante los ojos Del Señor. Ella era tan linda y atenta con el siempre, no había un segundo del día que no demostrase su completa entrega y amor hacia el. Sin embargo Steve hace apenas unos minutos estaba completamente dispuesto a destruir todo eso. Se sentía culpable, pero no sabia exactamente por que. Por un lado estaba arrepentido y aterrado por lo que había sucedido, por lo que estaba sintiendo... Mas sin embargo, había una parte de el que se negaba a renunciar a Tony. Se negaba a renunciar a aquello que sentía por el.
Las ideas cada vez eran mas ruidosas en su cabeza, no sabia a que lado de la balanza favorecer mas y eso lo estaba matando por dentro. Escuchaba un eco, incomprensible a medida que se hacia mas estruendoso. Finalmente lo entendió, de nuevo la voz de Maria quien trataba de llamar su atención.
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† • STONY P E C A D O S C A P I T A L E S STONY • †
FanfictionSteve Rogers, con una vida cotidiana en Brooklyn y a punto de contraer matrimonio con la agente policial Sharon Carter devuelve un favor a su viejo amigo Howard quien le pide ser el nuevo jefe de seguridad de su hijo. Todo da un giro inesperado cuan...