Capítulo 9

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En un estado reflexivo y dudoso el blondo se encontraba buscando las palabras adecuadas para comenzar a abordar un tema que estuvo ocupando su mente desde que la vió por primera vez al despertar

- Por qué...?

La ojizarca se extrañó ante aquella interrogante tratando de decifrarla sin saber qué decir exactamente - Cómo dices...?

- Porqué... Me salvaste? Porqué lo hiciste? - Apretó el barandal en el que se encontraba apoyado tratando de ocultar su pesar al hablar de ello
- Porqué me salvaste sabiendo que podría ser algún ladrón o vendedor de alas? Porqué le diste refugio a un extraño ser que invadió tu hogar? Porqué le diste la oportunidad de conocerte... A un ser marcado por la mala suerte? Porqué tu... No me tienes miedo?

Aquellas preguntas lanzadas sorprendieron mucho a Marinette, iba a replicar pero enmudeció tras oír un leve sollozo por parte del blondo

- Porqué tú... Me has ayudado tanto? No me lo merezco... No te merezco...

La pelinegra sonrió tiernamente acercándose a él volteando su rostro para verlo a la cara

- Escúchame Adrien... Sabes por qué te ayudé a pesar de todo? - El blondo negó rotundamente - Porque... Siento que te conozco de alguna parte y creo que tú sientes lo mismo... No podía dejarte morir, además ibas a manchar mi alfombra... - Terminó con una agradable sonrisa en el rostro

Aquella respuesta no se la esperaba, no la creía, no quería aceptarla, pero el ver su sonrisa lo tranquilizó limpiando sus lágrimas y abrazándola

La ojizarca dio un pequeño salto ante tal arrebato pero no se alejó, correspondió su abrazo quedándose así por un momento más

- Sabes... Nadie se había preocupado tanto por un ser insignificante como yo, bueno a parte de mi padre... Pero él no cuenta en esto - Murmuró sobre su cabello para luego separarse un poco viendo sus zafiros bañarse por la luz de la luna llena

- Comenzamos a arruinar el fantástico momento, Agreste? - Con una sonrisa de lado y una ceja levantada recibió su comentario tratado de aguantar la risa

- Pero qué confianza es ésa señorita Dupain? - El rubio le siguió el juego, le gustaba molestar a la azabache ya que nunca creyó que se llevaría bien con alguien en tan poco tiempo

- Es porque eres un tonto

- Y tú una renegona

- Un egocéntrico

- Cabeza hueca

- Terco como una mula

- Linda... Ah no, ésa es una virtud

- Eres amable cuando te lo propones, porqué eres así? Me confundes mucho... - Se sonrojó con virulencia al decirlo en voz alta, se suponía que solo estaba pensándolo

- Yo decido ser así, ni más ni menos - Esa actitud tan molesta cansaba a la azabache, no era la primera vez que lo veía de ese modo cuando se le preguntaba por su forma de comportarse

- Hay algo de por medio y no me lo quieres decir...

- No es algo que te incumba - La azabache se alejó del cuerpo del varón apoyándose en el barandal del balcón

- Y aquí vamos de nuevo... Tú y tus secretos, no es la primera vez que te lo pregunto... Y no es la primera vez que me respondes lo mismo - Bajó del balcón y se cruzó de brazos a la espera de su réplica. Le molestaba no saber nada del joven mientras que él ya sabía casi todo sobre ella... Se sentía vulnerable

La vulnerabilidad no era algo que disfrutaba tener, tenía un grado de dificultad con esa manera de ser tan típica de ella... Le gustaba mantener el control y saber todo lo que pasa, pero el rubio le había quitado el mando como un dulce a un bebé

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2019 ⏰

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