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Tom vió que Tord sostenía en una de sus manos un ramo de orquídeas azules. Al principio no sabía por qué las tenía pero luego se dio cuenta que eran para él.
- Tommie, he conseguido estas flores en una floristería como muestra de agradecimiento por haberme dejado estar unos días en tu morada~♡- dijo el mayor ofreciéndole el ramo al menor. Este se sonrojó levemente- B-bueno, realmente me forzaste y no tenía de otra más que dejarte estar en mi casa unos días- replicó el ojinegro recobrando la compostura como si nada- Tú pasa, ya sabes donde es y por cierto, dormirás en el sillón.
- Qué? Por qué? Encima que te doy flores...bueno, al parecer habrá que hacer algo más que darte un simple ramo, no?- preguntó el comunista esbozando una sonrisa traviesa.
El ojinegro se percató de lo que estaba pensando el otro y se empezó a poner muy, pero muy nervioso- N-no, no, no es eso, es sólo que...bueno eh, es que estuvieron aquí Matt y Edd y quisiera poner primero un poco de orden en el lugar antes de dejarte utilizar alguna que otra habitación.
Mientras decía eso, abrió la puerta de su piso dejando que el mayor entrara primero.
- Ya veo...- respondió Tord dándole una rápida mirada al apartamento del chico de sudadera azul. Era muy espaciosa pero a la vez muy desordenada, esto le daba un toque bastante acojedor al amplio lugar. Aparte de eso, el apartamento tenía una fragancia que olía muy bien y era muy tranquilizadora. Le recordaba a viejos tiempos...era bastante...nostálgico.
- Oye Tom, de dónde sacas esta fragancia? Me recuerda a nuestros viejos tiempos...
- De qué hablas?
- Del ambientador que utilizas para el apartamento.
- Yo no utilizo ese tipo de pendejadas...a no seeeeer...
Tom sacó de uno de los múltiples cajones que había en un gran armario un frasquito de colonia que casi estaba terminado- a no ser que estés hablando de la colonia que utilizaba en los viejos tiempos, en aquellos tiempos donde no eras tán cabrón ni tan, tan, tan...
- "tan" qué?
En ese pequeño tiempo de apenas unos segundos, el ojinegro fue capaz de coger una de sus lanzas que tenía escondida en el mismo cajón del frasco.
- Tan hijo de puta!- dijo mientras sacaba el arma escondida apuntando directamente en la garganta de Tord, quién no mostraba ninguna alteración.
- De todas formas ya sabía que no iba a ser suficiente con simplemente darte unas flores de mentira que me encontré en la tienda- respondió calmadamente el comunista mientras que se quitaba la lanza de encima con un simple movimiento de brazo. Tom se volvió a sentir humillado, realmente no tenía nada de fuerza comparada con la del noruego.
- Joder, ya para de restregarme por la cara que eres mejor que yo!- gritó el muchacho castaño volviendo a poner el arma a la altura del cuello del contrincante, pero esta vez la pegó más a la carne casi raspándole- podría matarte aquí mismo... y ya no tendríamos más problemas...
- Pues hazlo- dijo Tord con esa cara del confiado típico del pueblo- venga, te espero...
No os ha pasado que tienes esa oportunidad para hacer lo que tanto habéis deseado hacer durante tantos años, pero derrepente te sientes como paralizado...pues eso mismo le pasó al pobre Tom.
- Ja! Qué tal se siente, eh? Humillado, no?- preguntó el mayor volviéndose a liberar del arma cortante.
- Cállate, idiota.
- Ves? Ahora puedes entender el por qué de mi confianza hacia tí: ninguno de nosotros nos podemos hacer daño mutuamente.
Tom ya no quería que hablara más ese estúpido infeliz, y armándose de valor se acercó al mayor quién se estaba riendo y se puso de puntillas para darle uno de esos pequeños besos que callan a las personas. Tord no estaba impresionado, mierda, este pibe nunca muestra asombro ni nada parecido...sólo está con cara de poker...
- Ni siquiera sabes cómo se hace idiota, te lo mostraré por última vez- dijo el noruego acercándose al menor quién intentó escapar, pero le cogió por los hombros haciéndolo girar hacia donde se situaba el mayor.
Volvió a besarle como lo hizo la última vez pero mucho más decidido. El menor volvió a sentir esa sensación de que te están arrebatando tu ser lentamente...ok, de dónde cojones aprendió a besar de esa forma?
Tom intentó separarse, pero no pudo, le agarró también por la nuca y cintura haciendo que se acercara más al contrincante. Tuvo que dejarse llevar, no tenía de otra...sentía como se derretía poco a poco y como se rodeaba con sus brazos su cuello, tal y como si fuera una película romántica.
Mente de Tord* ESTO SIEMPRE FUNCIONA...PERO CON ÉL ES DIFERENTE, POR QUÉ?

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●VOLVÍ● 《TomTord》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora