Capitulo 5

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Iba camino a mi casa, escuchaba musica y pensaba, no entendia por que seguían molestando acaso no entendian que queria estar sola, no puedo confiar en nadie, todos mienten. Siempre es asi. Llegue a mi casa me sentia demasiado cansada, asi que ni bien puse un pie dentro me saque el uniforme, me puse mi pijama y me tire en mi cama, entonces los recuerdos atacaron en mis sueños.

* Flashback

Tenia 8 años, mis padres estaban de viaje, como siempre, si no olvidaba sus rostros  era por que Sebastian, el mayordomo que me cuidaba, habia puesto un retrato en la mesita de noche que esta a lado de mi cama, antes sufría mucho por que ellos no estaban pero gracias la compañia de Sebastián y de "mis amigos"  el sufrimiento cesó, hasta que un dia, en el colegio murió la mascota que teniamos, la cual era responsabilidad de todos, una de mis amigas, Leonella le habia dado algo que le hizo mal al pobre conejito causando asi su muerte, la profesora entro en ese momento al salon y entonces todo sucedió.

- ¿Qué pasa aqui? - dijo la profesora - ¿que le han hecho al conejito?

- Fue Hasel, ella le dio algo al conejito - me acuso Leonella - ella lo mato, ¿Verdad? - le pregunto a las demas quienes no tardaron en apoyarla.

- Hasel, eres mala. Estas castiga no saldras a recreo por un mes .

-  Profesora, yo... - iba decir la verdad pero vi la carita de Leonella y no pude.

Un sacrificio por una amiga - pense.

Ese recreo no sali ni el del resto de la semana, mis amigas salian a jugar y yo podia verlas por la ventana se sentia bien verlas felices, un dia senti tanto aburrimiento que cuando vi a mis amigas esconderse tras unos arbustos me dio curiosidad, me asome al pasillo y al ver que no habia señal de que la profesora estuviera cerca, sali y me dirigi a esos arbustos, iba a jugarles una broma pero entonces lo escuche.

- Que bueno que no tendremos que soportar a Hasel por un mes - hablo Leonella - realmente es muy aburrida y lo unico bueno que tiene es que siempre nos da regalos. 

- Si, ella realmete es un fastidio - rio otra  de mis "amigas" - y tan tonta mira que aceptar el castigo por ti.

- Sirvio de algo al menos - respondio Leonella.

No podia creer lo que acababa de escuchar y cuando quise irme de ahi, pise una rama que hizo  a las demas darse cuenta de mi presencia.

- Valla - era Leonella - Hasel, ¿escuchaste algo?

- ¿Por que... - mis lagrimas empezaron a caer.

- Creo que ya no tendremos que seguir fingiendo, es una lastima ya no tendremos mas juguetes.

- ¿Porque... - era lo unico que podia decir.

- Porque eres realmente insoportable, no te vuelvas a acercar a nosotras.

Entonces se fueron, yo me quede ahi hasta que Sebastian me hallo y me llevo a casa. Al dia siguiente todos me molestaban, se hizo practicamente una costumbre, yo no me quejaba, despues de todo no hay alguien que se interese por mi a parte de Sebastián.

Paso un año, entonces llego el, Manuel, el era nuevo en mi salon asi que cuando vio que estaban apunto de golpearme me defendio, asi lo hacia cada día aunque no recibiera un gracias de mi parte, hasta que un dia lo hice, le agradecí.

- Gr-gracias. 

- Si hablas - dijo sonriendo - pense que no podias - rio.

- Bueno.

- Seamos amigos - me cogio de la mano y comenzo a caminar en direccion a los columpios - subete - le hice caso con temor a que su intencion sea hacerme caer de el pero eso no paso.

Entonces ese lugar se convirtio en "nuestro lugar especial".

Pasaron 3 años, nosotros eramos igual de unidos, pero llegue a notar algo raro en el, estaba un poco distraido en los ultimos dias, entonces me atrevi a preguntar pero el dijo que no tenia nada.

Esa misma tarde el me llamo y me cito en el lugar de siempre, obviamente sin importar que, yo fui a verlo. Cuando llegue lo divise a los lejos, estaba de espaldas asi que decidi asustarlo asi como el hacia conmigo, corri hasta el y brinque a su espalda asustándolo.

- Hasel... - susurro - bajate - dijo con un tono que nunca habia escuchado antes salir de su boca.

- ¿Pa-pasa algo? - tenia miedo.

- Pasa que...- me miro a los ojos, dintingui esa mirada, era la misma que me lanzaban mis supuestas amigas - ya me canse de ti

- ¿Q-que? - mis lagrimas calleron - ¿hice algo malo?

- ¿Por que lloras?  - bufo - mirate, eres demasiado patética. Ya me aburrí de ti y tus tonterias, quiza por eso no te quieren tus padres.

- Entonces cambiare, pero no me dejes.

- No puedo, yo de verdad ya no te soporto, por eso me ire, no quiero volverte a ver jamas en mi vida.

Y entonces se fue, y senti mis piernas flaquear, cai de rodillas al pasto viendo como desaparecia a lo lejos.

Fue asi como me converti en la persona que soy ahora.




No puedo vivir sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora