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[...]

Con el pasar de los días Changbin había vuelto a retomar sus estudios en la facultad de medicina. Además de su lado artistico que ya había dado como algo fuera de su alcance, su pasión siempre fue atender en emergencias a gente que de verdad lo necesitara. Tal vez como su padre lo necesitaba pero nadie supo como ayudarlo.

Sus ojeras nunca fueron tan bien recibidas y gustosas de demostrar, tal vez era porque fueron causadas por algo que realmente le gusta hacer.

En el gran campus de la facultad, lleno de gente de su edad y más jóvenes iban y venían, algunos hablando sobre la anatomía, otros sobre la clase de disección, en fin, cada uno con su tema.

Por querer darle el gusto a su padre, dejó la carrera en segundo año, por lo tanto al chequear un poco sus libros y rendir unos examenes, pudo recuperar lo perdido y hacer como si nada hubiera pasado.

Fue ahí cuando se dió cuenta, mientras leía los apuntes para rendir el siguiente examen en esa banca, que el chico que se sentó a su lado ya lo conocía.

—hola hyung—el chico se acercó tanto que Changbin casi se cae del otro lado por querer alejarse.

¿qué hacía él allí?

—Felix, ¿qué haces aquí?

—estudio, du.

Changbin puso los ojos en blanco y siguió con lo suyo un tanto nervioso. Su vecino a veces era como un grano en el trasero.

—¿desde cuando estudias medicina?

—estoy rinidiendo el pre-primer año para poder estudiar aquí. Creí haberte comentado sobre que estudiaría para ser médico especializado en pediatría.

—ah, puede ser. No tengo buena memoria, sobre todo si se trata de cosas que no me importan —le sonrió y Felix le hizo una mueca. Changbin solamente quería hacerlo enojar.

—¿y tú qué?

—retomé mis estudios. Especialización, médico de emergencias.

—eso suena bien. Creí que estabas trabajando en la empresa de los Cho.

—crees muchas cosas, Felix.—rió—y bueno sí, trabajé allí pero no me gustaba mucho asi que, lo dejé.

—¿te despidieron verdad?

Changbin agachó la cabeza. —sí. Pero me sentía fuera de lugar allí.

El menor miró la hora en su celular y se levantó rápido de la banca.

—nos vemos hyung, voy a rendir!

—fighting, lix!

El menor le sonrió y se largo a correr.

—no sabía que te iban tan menores.

Changbin hizo una mueca y giró su rostro para ver a ese tal que decía tantas idioteces.

senpaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora