Worry Boy || Fanfictic FukaOli || [Yaoi/Gay/BL]

Capítulo 11

Grandes ganas de gritar presentes.

Esto no era correcto, me siento raro pero aún creo estar en mi sano juicio como para cometer algo indevido. Me aparté porque ya he leído sobre esto y sobre cómo continúa, aparte yo tengo aquí a alguien que saluda.

Fuí al baño de inmediato, me tiré agua en la cara y me golpeé repetidas veces en ella. Miré a mi entrepierna, había algo ahí. Era mi masculinidad necesitada de atención y recurrí a ese medio.

No, no, no, ¡No! Es una figura inocente, ¡No la imagines de esa manera, Fukase!

Lo cometí, me corrí. Limpié mis manos y mi corazón latía con demencia. Era un acto natural, en algún momento de mi vida tendría que pasar. Incluso, aunque no ahora, hubiera pasado más adelante. Decidí salir del baño, aún sin haberme calmado. Mi cabeza es un revoltijo de cosas y sentimientos extraños a la carrera de acciones que voy suprimiendo. No puedo aprovecharme, ¡No es de un caballero!

Oh... ¿Soy yo un caballero? Supongo, aún soy un jóven adolescente, recién salido de la pubertad.

Busqué con la mirada a sus cabellos rubios, ¿Dónde diablos estaba? Me topé con ellos enseguida luego de haber dado un vuelco con la mirada por mi habitación. Ollie se encontraba, aparentemente, durmiendo entre unas sábanas y un futón que tenía guardado cerca de mi cama. Suspiro y me acerco hacia ella, levanté con lo que se cubría y revisé en sus bolsillos. En alguno de estos ha de estar su celular, me supongo yo.

En mi acto algo desesperado por encontrar el aparato, toqué su abdomen y abrió sus ojos.

—¡E-Es un mal entendido!— Dije en mi defensa por si las cosas.

—Baja la voz...— Me tomó del brazo. —Recuéstate hermano.— Empezó a reír.

¿Hermano? ¿Me considera su hermano? Ah, ya. Ya me he puesto triste, así es como se matan las ilusiones.

Me abrazó y nos arropó a ambos mientras reía. Su risa me fué contagiada y le devolví el abrazo.

Bien, esperaré a que se duerma...

[Ӝ]

Y no pasó, aún no se ha dormido. Me ha hablado de muchas cosas que a duras penas logro entender muy bien y de una sóla vez. Que difícil es comprender a una mujer...

—Ya que estás muy animada, ¿Por qué no me das tu celular?— Me miró confundida, luego su sonrisa se amplió. Mucho.

—Te lo daré si me das algo a cambio.— Empezó a reír. —¿Me dejas tocar tu pecho? Porque estás preciosa, muñequita.— Y va, sigo siendo una «muñeca».

Mi psicología al inverso no resultó lo que yo quería, se está burlando de mí. Pero si no lo hago, ¿Quién vendrá a recogerle?

Maldita sea, no sé que hacer. Nunca en mi vida he lidiado con situaciones como estas.

Dí un gran suspiro y asentí. Con torpeza se acercó a mí mientras yo estaba hecho una bola de nervios porque Olivia me tocaría. Procedió, ¡Me estaba tocando de una manera poco descente, tal y como si yo tuviese siquiera pechos!

Creo que Olivia está confundida ya que busca algo que yo no tengo. Eso me hace entristecer, y demasiado.

¿Le gustaran las chicas?

—Me gusta...— Estaba riendo. —Me gusta mucho Fukase. Es tan blando, delgado, pálido y suave, ¡Cómo una muñeca de porcelana!— Sus mejillas están muy rojas. Me abrazó, ya he perdido cuenta de cuantas veces lo ha hecho pero no me importa, ¡Que lo haga cuantas veces quiera! Siempre va a fascinarme.