Nuestro Secreto - Lutaxx.

Capítulo 4: "Te amo, Luzu, te amo"

No podía soportarlo todo, era demasiado sufrimiento en tan poco tiempo. Llamé a Samuel luego de esto para que regrese a casa, ya que si me quedaba solo haría cosas imprudentes  estúpidas, o simplemente me torturaria sin fin hasta que mis pensamientos dominaran mi cuerpo completo.

Había pasado al menos una hora luego del mensaje de Lana. Mis ojos estaban rojos y mi cuerpo no dejaba de subir de vez en cuando con cada lágrima que salía y cada suspiro que se escapaba de mi boca. Sentía un dolor inmenso en el pecho, como si me hubieran apuñalado, como si mi corazón se contrajera y tratara de hacerse tan pequeño hasta desaparecer. Me sentía como la peor persona del mundo, no podía creer que la había cambiado por alguien que ni siquiera sabía si me quería o no, ya no sabía en quién confiarle mi corazón, ella ya no estaba y él me evadia, ya no había razón para entregar mi corazón, ya que este estaba roto y al parecer nunca se repararia, solo queda llorar y dejar las penas en las lágrimas que aún se escurrían por mi cara.

Fatal, así es como describiría mi situación ahora mismo, por abandonar a Lana, por el trato que Frank me daba. Una vez que empezaba a llorar, nunca paraba, no había forma de frenar los sentimientos que danzaban en mi cabeza como dos dragones volando, una cascada de pensamientos y reacciones que me inferiorizan hasta tal punto que quería desaparecer del mundo.

De repente todo se volvió negro y abrí los ojos. Estaba sudando. ¿Qué ha pasado? Estaba acostado en mi cama con lágrimas mezcladas con sudor ¿Fue todo un sueño? Me paré de la cama y traté de caminar hasta el interruptor, ya que estaba la luz apagada. Una vez que la habitación estaba iluminada y mis ojos se cerraron por la fuerte luz, dirigí mi mirada a todas partes en busca de mi móvil. No lo veía por ninguna parte del cuarto así que decidí bajar las escaleras.

Al salir de la habitación noté que todo estaba como siempre. Decidí buscar mi móvil en ese piso, pero mi busqueda del tesoro fue fallida, ya que no encontré el móvil en ese sitio. Mi última y única opción era buscar en el primer piso. Rezaba porque al tomar mi móvil, hubieran 0 mensajes, era mi sueño frustrado. Bajé las escaleras y me encontré con una extraña sorpresa… Estaban sentados en el sofá platicando, Lana, Samuel, Guillermo y ¡¿FRANK?!

- ¡Luzu! Ya has despertado - aclamó Lana levantándose del sofá para luego ir a abrazarme.

- ¡MILAGRO! - dijo Samuel arrodillándose. Luego se paró y me fue a abrazar también.

- ¡Abrazo familiar! - gritó Willy lanzándose hacia nosotros.

Los cuatro nos reímos como locos, sí... los cuatro. Frank, no. Él se quedó sentado en el sofá, obviamente evitando cruzar palabra conmigo, como siempre hacía, pero esta vez lo sentía diferente. Dejamos de abrazarnos y miré para todos lados.

- ¿Todo bien? - me preguntó Lana acariciando mi cabello con suavidad, ese cariño que antes me daba un impulso de besarla , ya no está, ese sentimiento se movió a manos de otra persona.

- Nada, nada. Voy a prepararme un café ¿Vale? - dije y todos asintieron.

¿Por qué estaban tan felices? ¿Acaso lo de antes fue un sueño? Deseaba con todo mi corazón que ese fuera el caso.

- Te acompaño - afirmó Samuel, no preguntó, fue prácticamente una orden hacia mi.

- Why? Luzu sabe hacer café solo - dijo Lana mirando a Samuel - Vegetta keep yourself.

Todos nos reímos, la verdad yo solo quería ver el puto mensaje. Yo y Samuel fuimos a la cocina, donde evidentemente estaba mi móvil. Prácticamente me lancé hacia este, mientras Samuel preparaba las cosas para hacer café. Primero vi la hora... eran las 6:18 de la tarde, joder. Después revisé los mensajes... nada... NINGÚN MENSAJE. La parte buena era que no estaba el mensaje de Lana, pero en ese momento me di cuenta de que era un antisocial de mierda.