Capitulo 2

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Kara abrió los ojos lentamente, la luz que entraba por la ventana, le lastimaba los ojos azules, parpadeo un par de veces para que su vista se acostumbrara a los ultimos reflejos del sol de aquel atardecer, veía de un lado a otro tratando de reconocer el lugar donde se encontraba, hasta que las imágenes de lo que había sucedido la hicieron saltar de la cama, nerviosa y asustada, camino rápidamente con dirección hacia la puerta de la habitación, trato de abrir pero esta se encontraba cerrada con llave, camino de regreso y se sentó sobre el borde de la cama, aun se encontraba mareada, escucho unos pasos acercándose a la habitación, la puerta se abrió despacio, dejando ver a una Lena preocupada, parecía tratar de hacer el menor ruido posible, pues creía que la rubia aún se encontraba inconsciente, camino hacia la rubia que se quedó estática en el lugar en el que se encontraba, cuando la morena se encontraba a no más de un metro de distancia, Kara reacciono, y prácticamente brinco al otro extremo de la cama.

-¡No te acerques!, ¡aléjate de mí!, ¡Eres una maldita asesina!- grito llena miedo y furia, Lena por otro lado trataba de acercarse a ella, pero Kara se alejaba de igual manera.

-Kara tranquila, no pienso hacerte daño- hablo con voz tranquila, pero eso no ayudo ya que la rubia se alejaba aún más.

-Cómo puedes decirme que esté tranquila, asesinaste a Mike, a tu hermano, a mi prometido, y el padre de mi hijo- las palabras de Kara solo hicieron que Lena se tensara, el odio que ella sentía era indescriptible, pero trato de permanecer lo más serena posible, no quería dañar a la rubia, eso no entraba en los planes de Lena, aun no.

-Él no era mi hermano y tu mejor que nadie lo sabe Kara, él era un mal nacido que mi padre adopto por sus estúpidos sentimientos de culpa,- y eso no era una mentira, solo que aun no podía decirle la verdad- ¿tu prometido?, ¿El padre de tu hijo?- Lena soltó un audible suspiro, se pasó la mano por la cabellera negra –te diré algo mi querida Kara, tu prometido y el padre de ese bebe, está muerto- sonrió- y ahora yo... me convertiré de nuevo en tu esposa y en la madre de tu hijo- dijo de manera tan segura que hizo temblar el cuerpo de la rubia.

-¿En qué momento te convertiste en esto, Lena?,- pregunto la rubia – crees que yo me casare contigo después de lo que has hecho, acaso consideras que dejare que te acerques a mi y a mi hijo después de lo que eres capaz de hacer, ¡Tú estás loca!, ¡eres una maldita demente!- tan pronto Kara termino de decir esas palabras, Lena se acercó a ella en un abrir y cerrar de ojos, la rubia trato de alejarse de ella pero su cuerpo choco contra la pared, eso le dio la ventaja a la morena que se acercó tanto a la rubia que podía sentir su respiración sobre sus labios, mientras que Kara trataba de alejarla, puso sus manos en los hombros de Lena, empujándola, pero la morena tomo sus manos de manera brusca y las pego a la pared, fijo su mirar a los ojos de la rubia y esto hizo que ella girara su rostro, Lena acerco su nariz al cuello de la rubia y aspiro su olor, sintió como el cuerpo de Kara se erizo ante su contacto, entonces Lena la soltó y se alejó de ella, camino hacia la puerta y antes de salir giro de nuevo y contesto a la pregunta que la rubia le había hecho un minuto atrás.

-Me convertí en este monstruo el día que tú me traicionaste, el día en el que me diste una puñalada por la espalda, ese día decidiste huir de mí, para irte con "mi hermano", aun sabiendo lo que él me había arrebatado, te amaba Kara, eras mi esposa, por ti y por él es que me he convertido en una persona fría, sin conciencia ni culpa y ahora te toca ti, pagar por ello, no puedes negarte, pero si lo haces, siempre abran formas de obligarte- sonrió con maldad – y una cosa más, mi amor, la boda será dentro de una semana, así que por lo pronto disfruta de la estancia- la rubia la veía estupefacta, le temblaban las piernas, el miedo y el contacto de Lena la habían aturdido aún más, necesitaba salir de ahí, Lena salió de la habitación cerrando la puerta detrás de ella.

Originalmente...  Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora