One-Shot (ppgzxrrbz)

Cap 5- 🍦Del Odio al Amor hay sólo un Helado de Distancia🍦

🍦Del Odio al Amor hay sólo un Helado de Distancia🍦

Sábado.

Uno caluroso además, sintiéndose tan pesado como ropa mojada y caliente.

No sabía que hacer ni pensar, sólo deseaba algo frío, como una heladera de mi tamaño o un helado, eso! Un helado, grande y congelado, con mucha vainilla, chocolate y grana, bastante grana.

Y fui por un helado.

La peatonal hacia el centro comercial se llenó de gente, pegándose, y mi ropa ni cuento, la tenía adherida al cuerpo, debí haberme cambiado por algo menos sudado y pesado, digo, el vestido celeste con franja negra no es invernal sin embargo una blusita y minifalda se sienten bien.

Llegué a la heladería y su fila interminable! No esperaba menos, pero por favor! Hay mínimo 100 heladerías en el centro comercial y todos se me amontonaron en esta, no me quedó otra que esperar pacientemente, igual que siempre.

Ya pasaron 50 minutos y apenas iba por la mitad de la fila, luego tendría que hacer la fila de al lado para recoger mi pedido, con muchas ganas de mandarme a Plutón, al menos allí haría frío. Con mis hermanas no somos de sufrir calor, pero ese día, el termómetro debía estar por las nubes, o derretido.

Miraba el techo, a los niños en la juguetería cercana, gente en la peluquería, todos felices y fresquitos, menos yo, el rayo de sol a través del tragaluz pegándome justo en la cara.

La distracción, y furia, era tanta que no noté quien ocupaba al comienzo de la fila, cada vez mas cerca, a un par de personas nomas, ya podía saborear mi helado.

- No hay de vainilla ni chocolate- me dijo el cajero muy tranquilo, y yo queriéndome matar.

Leí las opciones que me ofrecían y opté por banana split, que no es mi favorito.

Tomé la otra fila volviendo a divagar en las diferentes tiendas del centro comercial, desde el patio de comidas hasta la fila del cine, que era mas larga que esta, seguro que por que el cine tiene aire acondicionado.

Cuando al fin me tocó, el hombre dijo que la banana split se había acabado con el pedido de él, y señaló un rubio de mi estatura a punto de clavar su cuchara en MI banana split.

Pegué el grito en el cielo.

- Pero señorita, es de él- yo sólo zarandeaba a el rubio con el heladero intentando hacerme razonar, necesitaba ese helado, MI helado.

- No, ella pagó por el helado, debe tenerlo- le comentó el cajero al heladero.

- Pero él ordeno antes, no?

- Qué no es deber complacer a nuestros clientes?

- Exacto, denme mi helado! El cliente siempre tiene la razón!- el cajero asentía.

El heladero suspiró agotado, me miró, sonreí tétrica con él llamándome.

- Que pasa?- ya algo harta de la situación.

- Y si comparten el helado?- apenas el heladero sugirió eso, miré al muchacho y por poco me dio un ataque cardiopulmonar.

- No, no, definitivamente no, dame el helado.

No iba a seguir, quería mi helado

- Dámelo Boomer- sólo pronunciar su nombre me daba asco, dolor de cabeza y todos los malestares estomacales juntos.

- Ni loco! Este es mío, lo pagué, me lo quedo, pídete otro Bubbles!- iba a golpearlo, definitivamente lo golpearía.

- Se conocen?- ambos, heladero y cajero, parecían no saber quienes somos.