Día 1

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Día 1 - Tomándose de las manos.

Marc Anciel, siempre se le reconocía por ser un joven de carácter bastante tímido, algo asocial para ser honestos. Manteniéndose oculto debajo de una bonita fachada colorida, pero que espera a simplemente no llamase tanto la atención.
Pasaba la mayor parte de su día apartado en algún lugar alejado del resto de las personas, no haciendo más que escribir una historia en la cual trabajaba, titulada "El diario de Ladybug". Letra por letra, palabra por palabra, iba plasmando todas aquellas ideas que revolotean por su mente constantemente.
Cuando tenía su cuaderno en frente, más un lápiz, sentia que podía liberar todo lo que solía guardarse en lo muy profundo de su ser.

Nathaniel Kurtzberg no era muy diferente a Marc, o al menos no lo era antes de ser Akumatizado en Evillustrador, ya que al parecer después de ese día dejo un poco a un lado su timidez y supo acoplarse mejor al grupo.
Sin embargo, antes de que eso sucediera, Nath solía pasar mucho tiempo solo no haciendo más que dibujar comics sobre como el siendo super héroe, rescataba a la chica que en algún momento le gustó, Marinette Dupain Cheng. Y del mismo modo que Marc, se liberaba a sí mismo teniendo un lápiz y papel a la mano.
Aunque no era bueno con las palabras, tenía la increíble habilidad de poder recrear en una superficie todo lo que sus ojos apreciaban. Con una gran precisión al detalle, era un gran artista.

Ambos eran chicos talentosos, artistas por naturaleza.

Sin duda no eran tan diferentes como se aparentaba, y después del incidente que involucraba Marinette, donde Marc fue Akumatizado, podría ser que las cosas estaban o estarían bien entre ambos adolescentes.

La pelea contra Reverser había terminado, nuevamente y como de costumbre, Chat Noir y Ladybug derrotaron al villano... Teniendo un poco de ayuda extra por parte de Alix y Nathaniel.

Y ahí estaba ahora, su akuma desapareció gracias a un elaborado plan de los héroes parisinos, lo que hizo que junto con chat Noir, Marc cayera desde cierta altura.
Pará fortuna, no pasó a mayores.

- No más maldades para ti, pequeño akuma. - Decia la heroína moteada mientras con su yo-yo atrapaba aquella mariposa negra - ¡Es hora de terminar con la maldad! Te tengo... Adiós mariposita. - Comento la parisina mientras que junto con Alix, lanzaban al cielo el objeto proporcionado por el Lucky Charm hacia el cielo, pronunciando el clásico "Miraculous Ladybug".

- ¡Genial! Se siente bien volver a ser nosotros mismos - Comento el héroe gatuno mientras que con ayuda de su bastón, el y Marc volvían al suelo a salvo, justo a tiempo por suerte de ambos.

- Supongo que esa cosa del contenedor espacial era una mala idea después de todo. - Dijo el Alcalde Bourgois entrando a la conversación, y acercándose a los héroes con el pelirrojo de nombre Nathaniel.

Al cruzar miradas, un gesto de lo que parecía ser pena se hizo presente, y obligó a Marc y Nathaniel a desviar la mirada al instante.
¿Y cómo no? Nathaniel era consciente de que su actitud fue bastante cuestionable en cuanto supo que Marc era quien escribía esa historia... Además de que estaba avergonzado de haberse ilusionado tanto en que era Ladybug quien la había escrito, era obvio que una heroina no sería tan descuidada con ese tipo de cosas.

Ladybug noto eso, esa sensación de incomodidad entre ambos, la vergüenza y tensión eran lo suficientemente notorias en esos momentos.

- Gracias Ladybug y Chat Noir, realmente mantienen limpia la ciudad. - Agregó el alcalde, agradeciendo el heroico servicio de aquel par.

La joven de hebras azabaches sonrió, posó la mirada en el joven artista y en el escritor, sonriendo de manera ligeramente ladeada.

- Nathaniel y Marc, ahora se dan cuenta que hubo un gran mal entendido. - Comento la joven enmascarada quien, mientras hacía que ambos estuvieran frente a frente, continuo hablando, ambos chicos mantenían la mirada en diferentes puntos, con tal de no mirar los ojos ajenos. - Pero si se dan una oportunidad mutuamente, se darán cuenta de cuan bien pueden trabajar juntos.

Nathaniel no lo pensó mucho, una muy ligera pero si visible sonrisa pudo divisarse adornando su rostro. Puso su mano en señal de que el chico frente a él la tomara.

Marc, al notar ese gesto de parte del pelirrojo, de manera casi inevitable sonrió, colocando con delicadeza su mano frente a él. Tal vez sería la primera y última vez que tomaría la mano del chico, y no se arrepentia.

Marc no iba a negar la gran admiración que le tenía a Nathaniel, y tampoco negaría que desde hace ya tiempo, había sentido una ola de sentimientos hacia el de ojos color azulados. Y era algo hermoso. Algo como lo que sintió en ese momento.

Una vez en una película escuchó que el personaje decía que logró sentir que era amor de verdad con el simple hecho de haber tocado la mano de la que era su pareja... Si, una referencia a La Cenicienta III, pero bueno que a veces los mensajes más bonitos vienen de los cuentos más simples. O eso creía el.

En su momento, aquello le pareció algo completamente estúpido, ¿Solo por tocarse las manos? Pff, si, claro.
Estaba convencido que eso solo pasaba en los cuentos de hadas o en las películas.

Hasta que ese día lo comprobo.

30  Dɪ́ᴀs Sɪᴇɴᴅᴏ Pᴀʀᴇᴊᴀ ♡︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora