Promesas por realizar

Estrellas

Las calles estaban solas y la luna era la única luz que se desprendía por el lugar, sin darme cuenta ya estaba en la entrada del bosque, sabía que ya no faltaba mucho. Al llegar a la frontera todos mis miedos volvieron a la realidad, tenía miedo de cruzar la frontera y no volver a ver a mi hermana y a mi abuela, pero... ¡¡¡Quiero verlo!!! En pese a correr como loca hasta que choque con un árbol y termine en el suelo, la verdad no entiendo mi obsesión de verlo, no sé nada, lo único que si se, es que quiero estar con él. Mientras que yo divagaba en mi mente, una silueta se dibujaba en una de las ramas del árbol, me levanté algo asustada hasta que vi un resplandor en sus ojos, mis piernas temblaban y el miedo me bombardeaba, sin enterarme la extraña silueta se me aventó encima.

-Que haces aquí! -me grito -
- ¿Eres tú?... - mencioné confundida -
- ¿Yo que? - me contesta algo desconcertado -como sea. No deberías estar aquí, - me toma de la mano y me adentra un poco más al bosque-. Hoy es noche de luna llena y no creo que sea seguro que otras criaturas estén por los territorios de los nekos en estos momentos -
-Criatura? pero... Yo no soy una criatura -susurre-
-Que! ¿Entonces que eres? ¿Acaso no eres un satura? -se preocupó -
-Eh, ¿no? Soy una humana, creí que me habías reconocido -
- ¿Reconocido?; tu eres la niña de esta mañana, la que estaba llorando. ¿Pero qué haces aquí?, no es seguro que estés en estos momentos en este lugar, tienes que irte -
- ¿Qué? ¡no!, me costó mucho llegar aquí, además hace mucho frio -
-renegó - ¿Sabes qué horas son?
-La 1:26, ¿por? -
-Nos quedaremos aquí hasta la 1:40, de ese modo no nos toparemos con ningún Neko, la celebración de año nuevo siempre termina a esa hora-

Nos quedamos un tiempo en silencio, y de un momento a otro sin previo aviso él toma mi frágil cuerpo y lo depósito en el suelo y después se acuesta a un lado mío.

-La luna esta hermosa esta noche no lo crees? -dijo con voz más dulce -
-Si, es hermosa -respondí apenada por la situación -
-Ya han pasado 5 años y aún no ha llegado -susurró -
-De que hablas? -
-Ah?! Nada- contestó nervioso -
-Por favor, dime -insistí -
-lo piensa -Me refiero a mi promesa -soltó de golpe -
-Tu promesa? No entiendo -le preguntes confundida -
-Es solo una leyenda -voltio su mirada hacia mi -
-Puedes contarme la leyenda -Lo volteo a ver y me sonríe -
-Bueno, cuenta la leyenda que cada una de las estrellas es la promesa de alguno de nosotros, se supone que en el momento en el que se te entrega tu promesa después de 5 años humanos la luna se encarga de cumplir esa promesa -sonó con voz desahoga y cerró sus ojos -
- ¿Tu ya cumpliste los 5 años de tu promesa?- pregunte con algo de descaro -
-Si, ya paso el tiempo, y tu... ¿Tienes alguna promesa que esperes? -
-No lo sé, de todos modos, es una leyenda ¿no? Ahí miles de posibilidades de que no sea cierto -
-Un así quiero confiar que algún día llegara mi promesa- se levantó del suelo -bueno ya es hora te llevare a la frontera y te iras a casa - me tomo de la mano para ayúdeme a pararme -
-De acuerdo -dije alegre -

Después de un par de minutos caminando en el frío bosque llegamos a la frontera, me sorprendió que el en todo el traspiés me llevara tomada de las manos.

-Bueno, aquí te dejo- me soltó -creo que esto también es una despedida ¿cierto? -
-Podría volver- le dije segura de mi respuesta -
-Es peligro que estés aquí, será mejor que ya te vayas -tomo mi mamo para cruzar la frontera -tienes que irte -

El frio comenzó a ser más fuerte y sus ojos eran más brillantes, el silencio permaneció en la situación y la luna alumbraba intensamente sobre ambos, no podía creer lo que ocurría, esas emociones que me provocaron una gran sensación de no dejarlo, sin previo aviso algo líquido y húmedo resbaló por me mejilla, estaba...