3. S E X Y U N K N O W N

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¿Quién era aquel hombre bien vestido? Y ¿Por qué le estaba llenando la cabeza con mentiras a sus padres?, Jack sabía que algo andaba mal, pero en aquel momento lo había ignorado. Y había remplazado ese pensamiento por la intriga que tenía por saber más sobre aquel hombre que alegaba que había sido "amigo de su hermano mayor".

Y de repente, las preguntas volvían a su cerebro: ¿por qué Jake no le había hablado de un tal 'Finnick' que supuestamente era su amigo?. ¡Nada de esto tenía sentido!, sentía que su cabeza iba a explotar si seguía dándole vueltas al asunto.

— ¿quieren ir a algún lado para....Hablar?— Habló el pelinegro— es que, sé que no es fácil para ustedes confiar en alguien luego de lo de Jake...

— No, no...deberíamos ser nosotros los que te invitáramos a almorzar con nosotros— Angela sonrió de forma casi forzada. 

—Cariño no-

—Gavin, seamos amables, sabes que esto no es fácil para nosotros; no sufrimos más que Jack. Él necesita hablar con alguien sobre esto, y no somos los indicados— Trató de susurrarle con voz quebrada. Falló. 

— ¿eso es un si?— Levantó una ceja.

Angela susurró un débil 'si'. 

—Bien, andando—giró sobre sus talones y caminó en dirección contraria pero se detuvo al notar que la familia no lo seguía. Hizo una ceña y los Grazer se dirigieron hacia él atónitos, siendo observados por la mayoría de los presentes.

—Entren. —Ordenó, quitando la alarma.

Gavin vaciló al ver el auto de el hombre bien vestido, Angela abrió la puerta de atrás con cautela, casi con miedo a hacerle daño a tan lujoso vehículo, luego. Ella se adentró y detrás de ella su marido, a la espera de su hijo (ahora único) menor. Pero este no entró, pues Finn le había agarrado por la cintura haciéndolo detenerse.

—Tú serás mi copiloto— casi ronroneó en el oído de Jack.

Jack no dijo nada cuando Finn bajó su mano más de lo debido, pero quiso golpearlo. Finn cerró la puerta de atrás y caminó junto a Jack rodeando el auto para adentrar al joven al lugar del copiloto.

Ya listo eso, Finn volvió a rodear el auto para conducir. Sin duda la tensión era inmensa en ese auto, nadie hablaba, nadie decía nada o respiraba lo suficientemente fuerte como para hacer un ruido.

Jack era el que iba más incómodo de todos, digo, primero aquel desconocido engañaba a sus ingenuos padres, luego le tocaba el trasero ¡y ahora no dejaba de mirarlo de reojo y rozar sus dedos con su pierna!.

No estuvieron ni más de diez minutos en calle cuando ya habían llegado a una cafetería llamada Barrymore's, Jack jamás había ido a esa cafetería pero Jake le había hablado de que había tenido varias citas allí. 

La familia Grazer (y compañía) salió hacia la cafetería sin decir palabra alguna. Sorpresivamente, Finn se adelantó y abrió caballerosamente la puerta de Barrymore's, dejando así pasar a la familia con una sonrisa vacía. Jack fue el último en entrar y, podía jurar por todos los dioses, que vio a Finn ensanchar la falsedad a la que llamaba sonrisa.

Al entrar al lugar, Angela se dirigió a una mesa que estaba apartada del resto, y por cuestiones de la vida, la mesa estaba junto a un ventanal. Gavin se sentó primero al fondo junto a la ventana, Angela era la siguiente. Jack iba a entrar pero una mano sobre su hombro lo detuvo. Oh, no.

—Creo que estarían muy incómodos, ¿no?— dijo, y por primera vez se subió los lentes de sol completamente, dejando ver el resto de su rostro. Demasiado sexy, pensó Jack, y se arrepintió al instante pues un sonrojo azotaba sus mejillas. 

Finn dirigió a Jack al fondo de la mesa junto al ventanal y se sentó después, cerrándole el paso por completo. Luego, una camarera se acercó a ellos. 

—¿Puedo servirles en algo?—Dijo disminuyendo el volumen al ver al pelinegro. 

Finn sonrió coquetamente. 

—Si, ¿que quieren ordenar?— Sonrió de forma tétrica.

Scars ; FackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora