Narra katherin.
Al escuchar esos ruidos raros, cerré la llave, me enrolle una toalla en mi cabeza y me puse la bata.Al salir de mi habitación di la vuelta en una esquina y justo cuando lo hacía me encontré con Frederic.
-¡Oh! Señorita, no debe estar fuera con esas ropas- al comentar miré mi cuerpo: escurría agua de mis piernas, mis brazos y hombros. La toalla en mi cabeza estaba mal colocada y amenazaba en caerse. Además del hecho que andaba descalza. No le tome importancia a lo que me dijo y pregunté -¿Que eran esos ruidos extraños?- Frederic se puso detrás de mi, empujándome lentamente hacia mi cuarto. -No es nada señorita, sólo fue un animal salvaje atacando la reja...- llegamos a la puerta de mi habitación. - En un momento más Tonya le traerá la cena- me detuve antes de entrar a mi cuarto y le encaré -¿No comeré en el comedor?... - me quedé callada por unos momentos -Salieron de viaje mis padres ¿cierto?- Frederic solo asistió evitando mi mirada. -Y aun así mañana iré a la escuela- dije para mi. Ambos entramos a la habitación, tome mi ropa que tenia en la cama, Frederic se dio cuenta de que me vestiría, así que cerro sus ojos y se dio la vuelta. Ante esta acción aproveché a ponerme la ropa de la manera mas rápida que pude.
-No se preocupe señorita, yo se que le subirá el ánimo-dijo mientras cerraba la puerta de mi cuarto y se daba la vuela para que quedos frente a frente, se acerco a la cómoda y del segundo cajón sacó un Xbox 360, mis ojos se iluminaron al instante. No recuerdo haber tenido uno, pero tengo unas inmensas ganas de jugar. Frederic sonrió, conectó bien el aparato y encendió dos controles, el control que agarre era negro con diseño de unas flamas color rojo escarlata y en las palanquitas tenía gomitas o proctetores color negro y en ellos tenían un diseño se huellas de algún animal. Y el que Frederic agarró era de color rojo vino con puntos color negro.Entramos a lo que parecía ser mi cuenta. Jugamos un rato Diablo III, luego jugamos Injustice, comimos unos bocadillos a que nos trajo Tonya, ya eran cómo las 10:30 pm cuando Frederic me derrotó en Injustice.
Él celebraba su victoria habiendo un baile curioso y gracioso. -No es justo, me ganaste sólo por que usaste la mirada láser de súperman- dije haciendo un berrinche mientras cruzaba mis brazos sobre mi pecho y se inflaban mis mofletes. -No es mi culpa que no hayas podido activar el movimiento en el cual Reaven invoca a Trygon- dijo burlándose mientras sacaba la lengua. ¿Quien diría que aquél mayordomo de edad avanzada y serio se volvería él señor que tengo enfrente de mi, riendo, bailando, brincando?, él en una de tantas partidas me dijo que hacia ejercicio, pero no pensé que estuviera tan en forma... Se sentó a mi lado en la cama. -¿Me aceptas la revancha? - dije mientras encendía mi control, el me miró divertido y dijo -Claro señorita- estábamos a mitad de la partida cuando entró Tonya.
Al vernos su cara tranquila se volvió una mueca de enfado.-¡¿Que hace despierta a esta hora señorita?!, y Frederic, se suponía que debía dormir a las 9, ¡ya son más de las 10:30!...- no terminó con el regaño cuando la interrumpió unos gritos en el pasillo junto con uno que otro disparo.
Miré cómo los rostros de Frederic y Tonya perdían color volviéndose totalmente pálidos. Frederic salió corriendo de la habitación dejándome con Tonya.
-Kath, cariño, es mejor que...- no le dejé terminar ya que salí corriendo detrás de Frederic.
-¡Katherin!- escuché cómo me llamaba pero no me detuve.
Alcancé a Frederic en una esquina, pero él no se dio cuenta.
Me quedé detrás de él, lo vi hablando con un guardia de seguridad, me gustaría saber leer los labios, me estresa no poder entender a lo que dicen... El guardia le dice algo a Frederic y él y ahí es donde parece que se le vuelve el alma al cuerpo. El guardia saca de su espalda una bola peluda y esponjada de color naranja rojizo.
-¡No le hagan daño!- exclame saliendo de mi escondite al darme cuenta de que era una pequeña zorra.
Veo cómo Frederic se sobresalta ante mi voz.
- Katherin, no tenias que salir de tu habitación...- comienza a hablar pero le interrumpo de golpe. -¿Por que?, ¿Acaso no quería que vea cómo matan a una pequeña zorra?- digo molesta. Frederic me mira algo apenado. -No es eso señorita- remarcó mucho la frase señorita, le mire confundida y siguió hablando. -Es que no se ha dado cuenta de las ropas que trae, es mal visto que usted, en plena juventud este andando por su casa en pocas ropas teniendo un hermano mayor y que la mayoría de los trabajadores son hombres- en ese momento sentí la sangre en mi rostro... Esperen, dijo que tengo un hermano.
Me acerqué al guardia y tomé a la pequeña bola de pelos en mis brazos. -Está temblando... ¿Que le hicieron?- pregunté cabreada al ver cómo la pequeña temblaba en mis brazos.
Se miraron de manera cómplice y nadie habló.
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La Cura Mortal
General FictionLa vida no siempre es fácil, mas cuando no tienes recuerdos de tu vida, cuando despiertas después de dos años de un coma, cuando en tu primer día de clases en el instituto te hacen la vida imposible, cuando no termina el día y en pleno descanso se...