Capítulo 1

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Esquivé un gran charco que se formó por la tormenta de anoche y saqué del bolsillo la llave de bronce. Me acerqué a la gran verja y abrí el candado oxidado. El viento del atardecer agitaba mi pelo azabache mientras me adentraba en el cementerio. Vestía pantalones negros, una camisa blanca sobre la que iba un chaleco negro y mis botas dejaban pesadas huellas en el barro. Paseé mis ojos ante la inmensidad del cementerio. Había visto inmensidades antes, pero ninguna me impresionaba tanto como la de este lugar. Hileras e hileras de lápidas iban del terreno llano hasta una colina, hacia donde yo iba.

Llegué al lugar y me senté en mi sitio habitual: en el suelo entre un bonito sauce llorón y una lápida, en la que rezaba <<Caroline Collins 1994-2014>>. Apoyé mi espalda en la parte baja del tronco del árbol y estiré las piernas.

-Hola Carol-. Nada. Giré la cabeza.-Lo siento, no te traje la libreta, básicamente porque no la encontré.

El aire que iba hacia el este cambió de dirección y vi a una chica apoyada en la lápida. Llevaba pantalones cortos, una camiseta de Green Day y una chaqueta gris. Una cinta estilo 50's adornaba su corta melena roja.

Eternidad y romance no son compatiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora