Capitulo 8

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Lauren Pov.


Como consecuencia de haberme mojado ayer, fue un resfriado, pero sin duda alguna es algo que volvería a repetir, el solo pensar en aquel beso que me atreví a darle a Camila me hace sonreír como una completa idiota, fue algo impulsivo, quizás ella no quería, o en este momento se encuentre molesta por mi atrevimiento, solo dios sabe que yo no quería besara, bueno si, me moría y muero porque se repita, solo que no quise que fuera así. Yo quiero que conmigo se sienta respetada, segura, valorada. Sin embargo como nunca pienso mucho antes de hacer algo, con el calor y emociones del momento me deje llevar por mis deseo.

El tener sus labios tan cerca contra los míos y no tomar posesión de ellos no era una idea que se me cruzara por la cabeza, nadie en su sano juicio se desistiría a la idea de besar a Camila, ¡Maldición, soy humana!

—Buenas tardes.

Por primera vez dentro de varias semanas se encuentran mis padres sentados en la mesa comiendo, al menos su parecencia, ya que ninguno de los dos correspondió mi saludo, están tan enfocados en sus teléfonos.

—¿Le sirvo la comida Srta. Lauren?.- Dice Victoria, mis padres son tan superficiales que no quieren que tenga más que una relación de empleada-patrón con sus trabajadores, por eso siempre que estaban cerca Vic se mantenía al margen de mí.

Eso me molestaba, Victoria tiene más derecho sobre mí que ellos.—Si Vic, sírvelo en la isla de la cocina por favor, comeré contigo.

Mi madre por fin levanta la cabeza de su celular para mirarme.

—No puedes comer con la servidumbre Lauren.- expresa la señora Jauregui, Victoria solo agacha la cabeza apenada.

Maldita sea, no puedo permitir que la mujer más importante de mi vida agache su cabeza.

—No es la servidumbre.- digo con la mandíbula apretada del enojo.—Es mi familia y no permitiré que le hables así.- voy hacia Vic, pasando un brazo por sus hombros, y con la otra mano le levanto la cara.—Nunca vuelvas a agachar la cabeza por alguien como ella.

Beso su cien.

—¿Alguien como yo?.- dice sin humor. — Soy tu madre, no te permito que me hables así.

—¿Madre?.- espeto con rabia.—Una madre es la que cría, cuida, ama y protege. No la que solo abre las piernas para que nazca.

Se escucha un fuerte rechinido de una silla haciéndose para atrás, mi padre se levanta viniendo hacia donde esta Victoria y yo, con una expresión neutra en su rostro.

Mi mejilla arde cuando la palma de mi padre impacta en mi, escucho el jadeo de sorpresa de Victoria y el sonido del golpe que recibí.

—Cuida bien tus palabras con tu madre, si no quieres que esta criada se largue de la casa y de tu vida.

¿Como demonios se atreve a amenazarme con quitar a Victoria de mi vida? solo en pensar en eso hace que mi sangre hierva.

Tragándome las miles palabras que quisiera decirles, dejo un ultimo beso en la mejilla de Victoria, pasando alado de mi padre e ir al gimnasio que tenemos instalado en la casa. Con los ojos llenos de lagrimas a causa del coraje que no puedo expresar, llego a mi destino azotando la puerta cuando ingreso.

Le doy reproducir a mí Ipod, empieza a sonar Boulevard of broken dreams de Green day, subiendo todo el volumen, saco mi playera quedando en un top deportivo blanco.

Sin preocuparme en vendarme los nudillos o ponerme algún tipo de protección en mis manos, me acerco al saco de box que tenemos colgado.

Los primeros acordes de la canción van sonando. Con todas mis fuerzas y la rabia que siento suelto el primer golpe.

Todo por amor - C A M R E N - g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora