CAPÍTULO 1

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*ANNABELLE*

Soy consciente del chico que hay a mi lado. Pero no me puedo mover. Intento verle la cara. No puedo. Cansada, suspiro. ¿Qué es eso? Creo que...

-¡Annabelle Smith Miller!
Me despierto asustada y a la vez frustrada. ¿Por qué nunca puedo terminar de ver al chico que está a mi lado en el sueño?
-Te levantas, ¿o qué? - volvió a gritar mi madre.
-Voooy.
Mientras desayuno pienso en que hoy es el primer día de curso y que más le vale a Beth, mi mejor amiga, estar en la misma clase que yo.

*LIAM*

Me despierto por el ruido del maldito despertador.

Otro día.

Joder.

Me levanto y me visto lentamente. Doy gracias a que es invierno, así puedo llevar camisas de manga larga.

Pienso en el día que me espera hoy.

Primer día de curso. Ugh.

Espero a que mi madre se vaya de casa para bajar y coger la mochila.

Hace demasiados años que mi familia ya no es lo que era. Desde que mi padre dejó a mi madre, ella se volvió más fría sin importarle que yo pudiera estar sufriendo. En los últimos años, todo ha ido a peor. Mi madre tiene nueva pareja, pero parece que no me soporta.

Parece como si yo fuera una carga para ella. Nunca pierde ocasión para meterse conmigo, así que yo paso más tiempo en casa de mis abuelos que en la mía. Ellos son los verdaderos padres para mí.

Nunca supe ni sabré lo que es hacer cosas en familia y sentirse amado por tus padres. Pienso cada día en lo feliz que podría haber sido si me hubiera tocado otra vida. Pienso, escribo, lloro. Escribo, lloro, pienso.

Escribo cartas dirigidas a nadie para poder desahogarme y luego las rompo. No valen la pena. Igual que yo.

Suspiro y salgo de casa para enfrentarme a un nuevo infierno: el instituto.

*ANNABELLE*

Al llegar al instituto veo a lo lejos a Beth y voy corriendo hacia ella.

-¡¡¡Susyyyyy!!!- grito. Es el apodo que le he puesto a mi amiga porque se parece a un personaje de una película. La verdad es que es muy guapa.

-¡¡¡Annie!!!- grita ella en respuesta. Parece que no nos hemos visto en años y la última vez que la vi fue ayer. Culpa de las hormonas.

Le doy un achuchón y empezamos a hablar de mil cosas cuando la directora nos dice que acaban de colgar los papeles en los que indica los alumnos que hay en cada clase. Ni si quiera la dejamos terminar, porque ya estamos corriendo como buitres hacia ellos. Es que en Londres somos así.

-¡Bien, clase 215! ¡Vamos juntas, Anna!- grita Beth con una sonrisa.

Y yo sólo la abrazo.

Siempre me he considerado una chica alegre. He tenido una familia completa toda mi vida, incluyendo un hermano pequeño que es un estorbo. Desde pequeña siempre tuve amigos, pero desde siempre siemrpe, mi mejor amiga ha sido la loca de Beth. Prácticamente la vi nacer. Nuestras madres estaban en la misma habitación cuando nací yo, y a los segundos, nació Beth.

Nos dirigimos a nuestra clase, sintiéndome, un día más, de lo más feliz.

*LIAM*

Camino con rapidez hacia el aula 215. No levanto la cabeza. No sonrío. Sólo camino.

Puedo sentir la mirada de los demás sobre mí. Pena, odio, asco y curiosidad. Ya estoy acostumbrado.

Entro casi corriendo a la clase y me siento en el primer sitio que puedo y en el que pienso que no me van a molestar. La penúltima fila a la derecha.

Procuro no levantar la mirada. Para qué. Me miro las mangas y pienso en todas las historias que se ocultan debajo de ellas.

*ANNABELLE*

Entro en el aula 215 cogida del brazo de Beth. No hay nadie...excepto un chico.

Se está mirando las mangas con expresión ausente. <<Él es raro>>, pienso.

Cuando advierte que ha entrado alguien, levanta la mirada.

Congelada.

Estupefacta.

Beth estira de mi brazo para coger un sitio.

No me puedo mover.

Petrificada.

Asombrada.

No puede ser.

<<No puede ser que exista una persona tan asombrosamente bella>>, pienso.

Él tiene los ojos marrones. De un marrón que enamora, y tan expresivos, que a partir de ese momento no dudo del dicho "Los ojos son el espejo del alma".

Tiene el pelo castaño.

Muy castaño. Peinado hacia un lado.

Tiene las mejillas sonrosadas, justo las que adoptan un tono carmín más oscuro y me hacen apartar la mirada a regañadientes.

Todo en él es perfecto.

El estirón de Beth me saca de mi sueño.

Nos dirigimos hacia la última fila a la derecha.

-¿Pero qué te pasa? -me susurra Beth irritada.

-Nada -respondo y bajo la cabeza. Sé que si en este momento me mira a los ojos se daría cuenta de que estoy mitiendo.

Durante los minutos siguientes, mientras llegan más alumnos a clase, intento hablar de cualquier cosa con mi amiga, pero mis pensamientos siempre vuelven a ese chico.

Pero bueno, ¿qué me pasa?

*LIAM*

Pienso en todo y nada al mismo tiempo cuando me doy cuenta de que ha entrado alguien.

Dos personas.

Levanto la cabeza decidido a enfrentarme a una nueva burla.

Pero me encuentro con una chica que me mira fijamente con los ojos muy abiertos. Un ángel, supongo.

La miro, pero la miro de verdad. Y me doy cuenta de que ella es indescriptiblemente hermosa.

Me ruborizo por el pensamiento y sigo mirándola un momento más cuando un pensamiento me golpea.

Y es literalmente como un tortazo. <<Ella sólo te mira porque le pareces raro>>

Y a quién no le parezco raro, pienso mientras bajo la cabeza.

Por el rabillo del ojo veo como camina para coger asiento.

Y se sienta con su amiga justo en el peor sitio.

Detrás de mí.

Desde luego, las clases van a ser un infierno teniendo un ángel detrás.

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Bueno, aquí está la primera parte :)

Espero que os esté gustando. Se va a poner más interesante según se vaya sucediendo la historia.

Gracias por leer.

Querida Ann...{Liam Payne} [CANCELADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora