CAPÍTULO 4

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*LIAM*

El timbre suena. Se ha acabado la última clase. Se ha acabado el primer día de instituto. Pero mi humillación no. Y nunca acabará.

Recojo mis cosas mientras pienso en cómo me ha ido hoy.

Después de las dos primeras horas, el recreo fue devastador. No sólo me pegaron patadas en las costillas sino que también se dedicaron a perseguirme. Pero, fuera donde fuera, no podía olvidar la mirada de Annabelle cuando vio que me estaban pegando. En su mirada había dolor, lástima y algo más que no supe descifrar. Apretó los puños y se acercó dispuesta a soltarle a Harry, que era el único que aún me seguía pegando, un par de guantazos. Pero por suerte su amiga la cogió por el brazo y la arrastró lejos de allí.

Las dos clases siguientes no fueron muy diferentes a las dos primeras.

En el segundo recreo, decidí esconderme en un hueco entre los pinos que rodeaban la valla del instituto para que Harry y sus amigos no me pudieran pegar otra vez. Este lugar siempre ha sido mi salvación, pero algunas veces no me daba tiempo a llegar y tenía que soportar los insultos que siempre me decían. Igual que entonces. Oía cómo me llamaban: "¿Dónde estás, gordito mío?", "¡Liam, tu padre te está buscando! Ah, espera, no, que te abandonó." y cosas así.

Sólo cuando estuve seguro de que no se me veía, permití a una lágrima recorrer mi mejilla.

Suspiro. Prefiero no pensar en lo que ha pasado. Ya me encargaré de escribir una carta.

Salgo de clase distraído, así que no me doy cuenta de lo que pasa, hasta que alguien me grita:

-¡Eh, Liam, mírate las espaldas!

Me paro en seco y entonces me doy cuenta del papel que tengo pegado a la espalda.

<<Liam, suicídate. No vales nada. Con amor, yo.>>

Mientras maldigo entre dientes, rompo la nota en mil pedazos, igual que lo está mi corazón desde hace mucho tiempo.

Me alejo de allí mientras oigo las risas de los demás.

*ANNABELLE*

Procuro que no se me note lo enfadada que estoy por lo que le acaban de hacer a Liam cuando entro en el coche de mi madre.

-¡Cariño, hola! ¿Cómo ha ido?- Pregunta ella.

-Bien. -Digo mientras pienso que a Liam no le había podido ir peor. Pero luego, cambiando de tema, pregunto por mi hermano pequeño: -¿Y Josh?

-Papá ha ido a por él. Creo que ya estarán en casa. -Me dice y continúa tarareando "Until it's gone" de Linkin' Park.

-Ah. -Respondo ausente. Mis pensamientos siempre vuelven hacia un chico de ojos marrones.

Mi madre aparca el coche enfrente de la entrada de nuestra casa y se para a hablar con nuestra vecina Harriet.

Yo mientras tanto entro en casa y oigo la melodía de Bob Esponja como bienvenida.

Dejo la mochila tirada en el pasillo y entro a la cocina. No puedo evitar que se me escape una risita.

Mi hermano tiene leche por toda la cara. Éste, al verme, grita:

-¡¡Annaaaaaaaaaaaaaaa!!

Mi padre me saluda como puedo mientras intenta limpiarle.

-¿Josh, no puedes ver Bob Esponja un poco más bajo? -Pregunto alzando la voz para que se me oiga.

Y mi hermano, que con 3 años ya es todo un cabroncete, me responde:

-¡No!

Cojo el mando y mientras me siento a comer, bajo disimuladamente el volumen.

Querida Ann...{Liam Payne} [CANCELADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora