Querida Ann...{Liam Payne} [CANCELADA TEMPORALMENTE]

CAPÍTULO 3

*ANNABELLE *

Me levanto enfadada por lo que acabo de ver.  Camino rápido hacia la puerta y me siento mal por no estar escuchando a Beth, que no para de hablar.

Por el camino hacia la siguiente clase pienso en lo raro que es que el profesor Eric sepa el nombre de Liam y los nombres de los demás no.

También es raro que el chico de belleza sobrenatural llamado Liam no se defienda cuando le pegan.  Mi subconsciente se pregunta si estará acostumbrado.

Entro a clase de Lengua del brazo de una Beth que sigue sin parar de hablar.  Lo primero que veo al entrar es a Liam.

Y entonces decido arriesgarme.

A todo o nada.

Camino tranquilamente hacia un asiento.  El que está a su lado.

Noto cómo se tensa.  No sé por qué le incomodo.

Yo hago como que no me doy cuenta y le sonrío.

Mientras me acomodo en mi asiento,  le mando una plegaria a Dios para poder oír la voz de Liam.

*LIAM *

Entro a clase de Lengua y sonrío para mis adentros al recordar que esta clase no me toca con los repetidores.

Después de haber elegido asiento,  noto cómo ella entra a clase.

Annabelle.

Camina tranquila pero decidida a sentarse a mi lado.

A mi lado.

Me tenso al notar su perfume.  No sé qué colonia es,  pero estoy convencido de que es una colonia cara.

La miro estupefacto. Mirarla es como mirar a un ángel. Un ángel de ojos castaños.

Me sonríe.

Joder

Tiene la sonrisa más bonita que haya visto nunca.  Se le ilumina la cara y se le marca un adorable hoyuelo en la mejilla izquierda.

Aparto la mirada rápidamente.

Pienso una y otra vez en por qué habrá elegido sentarse a mi lado cuando entra una profesora.

Al contrario que Eric, esta profesora no para de sonreír.

-Hola chicos - dice ella con voz cantarina.  - Me llamo Elle Sparks y yo os voy a dar Lengua. Espero que hayáis hecho las presentaciones en la primera hora,  porque en esta clase,  aunque sea la primera,  vamos a leer unas cuantas poesías,  que será el tema que vamos a dar.  - sonríe de nuevo y hecha un vistazo por las mesas de la clase. - Como veo que nadie se ha traído el libro, os dejaré yo el mío. - Da una palmada y pasea la mirada por la clase - Vamos a empezar.  Tú,  toma el libro y lee la poesía de la página 100.

Me señala a mí.

*ANNABELLE *

Creo que Dios ha escuchado mis plegarias.

Hago un baile de victoria en mi mente y no puedo evitar sonreír.

Liam se levanta y coge el libro que le tiende la maestra.  Una vez en su sitio de nuevo,  lo abre lentamente.

Suspira y noto cómo le tiemblan ligeramente las manos.

-"No digáis que agotado su tesoro,

de asuntos falta,  enmudeció la lira;

Podrá no haber poetas; pero siempre

habrá poesía. "

Su voz,  tranquila y segura,  me transmite tantas emociones a la vez,  que noto cómo me pongo roja.

Embobada,  le escucho.  Podría escucharle toda la vida.

-" Mientras las ondas de luz al beso

palpiten encendidas,

mientras el aire en su regazo lleve

perfumes y armonías,

mientras haya en el mundo primavera,

habrá poesía.

Mientras la ciencia a descubrir no alcance

las fuentes de la vida,

y en el mar o en el cielo haya un abismo

que al cálculo resista,

mientras la humanidad, siempre avanzando,

no sepa a do camina,

mientras haya un misterio para el hombre,

habrá poesía.

Mientras se sienta que se ríe el alma,

sin que los labios rían,

mientras se llore, sin que el llanto acuda

a nublar la pupila,

mientras el corazón y la cabeza

batallando prosigan,

mientras haya esperanzas y recuerdos,

habrá poesía."

Mientras le miro, noto que hace una pausa, baja un poco el libro, y sin dejar de mirarme con esos ojazos marrones, recita la última estrofa:

"Mientras haya unos ojos que reflejen

los ojos que los miran,

mientras responda el labio suspirando

al labio que suspira,

mientras sentirse puedan en un beso

dos almas confundidas,

mientras exista una mujer hermosa,

habrá poesía."

¿Acaba de recitar esa hermosa estrofa sin dejar de mirarme? ¿O ha sido sólo mi imaginación? De todas formas, noto cómo me sonrojo como una loca. Ha sido super bonito, además, esos ojos marrones...suspiro...suspiro y suspiro...qué ojos, madre mía. Me tienen loca.

*LIAM*

No sé por qué he hecho eso. Ahora estará pensando que estoy pirado o algo.

He leído este poema antes. Y extrañamente, la última estrofa me ha recordado a ella.

Puede que sí esté pirado.

No la vuelvo a mirar en lo que queda de clase, pero sigo oliendo su aroma.

Qué vergüenza.

*ANNABELLE*

No me vuelve a mirar en lo que queda de clase.

Al sexto suspiro, me vuelvo para mirar el aula. No están los repetidores. Quizá por eso haya accedido Liam a leer.

Le miro de reojo por enésima vez. Se está mirando las mangas.

Suspiro.

Ya van siete veces.

Y así, entre suspiros y poesías, acaba la clase.