Piedras de tropiezo

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Ya habían transcurrido alrededor de dos horas desde que el pelotón delta y el Jefe maestro se encaminaron en dirección hacia la base de la COG mas cercana. Tuvieron que lidiar con algunos agujeros de larvas en el camino, un par de Boomers y kantus pero esto solo los demoro unos cuantos minutos dado que ellos no se toman el combate a juego.

Se podía visualizar a un soldado de la COG de tez morena con mucha musculatura, el cual pateaba a un par de desgraciados como si fuesen nada mas que pelotas de palizabol.

--Malditos cabrones me mancharon mis botas favoritas de su asquerosa sangre, ahora tendré que limpiarlas --Expreso Cole con molestia

--Hey Cole si ya acabaste con esos desgraciados apresúrate y trae tu trasero a qui, no tenemos todo el día hombre --Insistía Baird

--Eso mismo yo te dije cuando te estabas ligando a una de las integrantes del pelotón Final --Respondió Cole riendo

--Ya déjate de tonterías, esa vez solo platicamos acerca de que necesitaban mantenimiento varios centauros y transporta tropas --Replico Baird

--Jajaja aun recuerdo lo que le estabas diciendo;
"Quisiera ser el martillo que contemplará el alba de tu amanecer". ¡Menudas tonterías ja,ja,ja¡ --

-¡Alguien podria callar a Cole de una buena vez! -

-No, mejor lo dejamos, hace rato que no escuchaba tremendas estupideces y a decir verdad estoy aburrido, jaja ----Contesto Dom  riéndose de Baird

Dentro de poco el pelotón Delta llego a una autopista abandonada, el olor a animales podrido llega a embriagar el ambiente, y las diferentes partes de armadura de soldados CGO no ayudaban a la vista del lugar. Cortana le alerto al Jefe Maestro acerca de una señal de movimiento extremadamente baja.

──Estar atentos ──Indico el jefe y procedió a avanzar entre todos los autos casi desecho de la autopista.

Los demás integrantes del pelotón Delta no se quedaron atrás y también le siguieron sin dejar de prestar atención al entorno en el que se encontraban. Se sentía la tensión en el lugar, el aire soplaba fuerte y sobre el metal casi desecho de los viejos automóviles, que emitían chillidos a cada cierto tiempo, eso combinado con el mucho silencio que llegaba a producirse, no dejaba lugar a pensamientos claros en todo el pelotón.

El calor era un enemigo y mas por la hora del día en la caminaban, tan solo el calor abrazador cegaba ciertas partes del camino.

──Oye...Jefe, dime, ¿Qué acaso no te hazas con esa armadura puesta? ──Pregunto Baird mientras se tapaba del sol con su brazo derecho.

──Durante el entrenamiento que realizamos la temperatura no nos resulto un problema, además te acostumbras... y no te quejas ──Respondió con cierta sencillez, aunque en ningún momento quito su vista del camino.

──Ah sí, claro, se me había olvidado que eres esa clase de tipo de no muchas palabras ──Dijo Baird.

──A veces llega a ser más útil el solo cerrar la boca y mover el trasero Baird ──Comento Marcus con ligera molestia.

Dom quien venía casi atrás de Cole, paro en seco y con la mirada inspecciono el área. Dominic había sentido algo extraño, pero no llegaba a explicarse que había sido. Con su lancer en ambas manos dio un tiro a lo primero que vio moverse entre los automóviles alertando a todo su equipo, que de inmediato se pusieron en posición de batalla sin bajar la guardia, tenían los ojos muy abiertos a cualquier cosa que apareciera o se atreviera a mostrar la cara. Al caminar a el lugar en donde escucho el ruido extraño, solo le echo un vistazo rápido y desganadamente le informo que fue cosa de un Desgraciado.

Halo y Gears of wars: Dos leyendas UnidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora