Capítulo 5: Música

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Pepita nos llevó debajo de un puente, allí encontramos varios botes de maquillaje y unas huellas.

-Es una bota Rivera.-dijo papá Julio observándola de cerca.

-Talla 25...

-y medio.-dijeron los gemelos.

-Pronadora.-sentenció Victoria.

-Miguel...-declaró Imelda.

-¿Qué pedo?- solté de golpe. -¿Cómo se supone que pueden hacer eso?

Mamá Imelda me miró y recogió el maquillaje del suelo.

-Tal vez sea una buena idea...

Di un paso atrás. No, no la era, odio el maquillaje.

 🎀🕯🎶🎀🎊🎀🎶🕯🎀

Llegamos a una plaza donde estaban celebrando una especie de competición, todos nos separamos para buscar a Miguel. De fondo se escuchaba 'Un poco loco', mire al escenario y ahí estaba la capucha roja que reconocería en cualquier parte; cantando con otro esqueleto. Era la única que los había visto, pero preferí no decir nada y que Miguelito disfrutara.

(N/A: En multimedia la actuacción)

(Esqueleto→E) (Miguel→M)

E: Chiflado tú me vuelves,

    eso está un poco loco.

    Tu mente me despega,

M: Tu siempre con ideas.

E y M: ¡Con mi cabeza juegas!

          Todo es...

           ¡un poco loco!

Empezaron a lanzar gritos de mariachis, estaban disfrutando mucho su actuación.

E y M: ¡Un poquitititititititito loco!

Todo el mundo se puso a aplaudir y luego recordé a que había venido. Fui a ver con más detalle la competición y me acerqué a preguntarle una chica con una lista a ver que era.

- Disculpe, ¿podría explicarme cual es el premio?

- El ganador podrá ir a la fiesta de Ernesto de la Cruz.

Sonreí, eso era lo que quería.

- ¿Aún se puede apuntar?

- Necesitas un instrumento M'hija.

- O sí, tengo uno.-dije rápidamente.

- Entonces te apuntaré en último lugar, aún quedan muchas actuaciones.

Luego me volví con mamá Imelda y la presentadora salió al escenario.

- Damas y caballero, tengo que dar un aviso de emergencia: Por favor ayuden a encontrar un niño vivo, responde a nombre de Miguel. Hace algunas horas escapó de su familia, solo quieren llevarlo de vuelta a la tierra de los vivos.

Vi corriendo a Miguel y avise a Imelda. Ambas subimos encima de Pepita y le perseguimos por el aire, luego bajamos y le bloqueamos el camino.

- ¡Ya déjate de tonterías Miguel, te voy a otorgar mi bendición y volverás a casa!- le dijo mamá Imelda.

- ¡No quiero su bendición!- gritó mientras corría.

- ¡Espera Miguel!- dije.

Le seguimos escaleras arriba hasta que llegamos a una verja y no podíamos cruzar. Este es uno de los momentos en el que preferiría no haber pegado el estirón.

||Coco|| Lazos sin sangre🎀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora