Conociéndonos Mejor

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- Creo que esto tal vez funcione. Pero no estoy muy seguro. En fin, lo hecho, hecho esta. - Se dijo para después guardar lo que había hecho e irse a dormir.

El sol salió. Ciel se levantó como siempre, era un día normal como cualquier otro. Empezó con sus actividades de la mañana, desayunar, revisar el cielo (es como una revisió diaria, como decirlo el sale y va por el lugar revisando que no halla nada malo y de que todos estén seguros.), y ese tipo de cosas que son parte de su rutina.

En la tarde.

- Bueno con eso terminamos todo Ciel-sama. - Le dijo Christa mientras acomodaba varios libros.

- Si, hay algo más que debo hacer?. - Le preguntó mientras terminaba de guardar un pergamino.

- Creo que solo era eso. - Le respondió.

- Bien. Por cierto, que hora es?. - Dijo Ciel para después preguntarle la hora a Christa.

- Pronto darán las cuatro Ciel-sama. - Respondió. - Si no es molestia, a que se debe la pregunta, tiene algún pendiente?. - Preguntó mientras dejaba un libro.

- Algo así, pero no te preocupes. - Respondió para después bajar (se encontraba en un escalera, perdón por no decir). - Bueno me tengo que ir. - Le dijo a Christa para después salir de la biblioteca e ir a su habitación por aquel "objeto" que había hecho para el Rey Demonio. - Aquí está. - Se dijo mientras tomaba la caja en la que estaba el objeto. - Aunque seamos enemigos, estaría bien ayudarlo. Estoy, haciendo bien?. - Se empezó a cuestionar Ciel a pocos centímetros de la puerta. Suspiro. - No importa, después de todo ya hice esto. - Se respondió para ver la caja y volver a ver a la puerta. - Bien creo que ya me debo ir. - Dijo para abrir la puerta.

- Ciel-sama. - Se escuchó decir a un guardia cuando abrió la puerta.

Ciel se sorprendió y lo primero que hizo fue "esconder" la caja, la cual casi se le cae. - Q-qué sucede?. - Preguntó a los dos guardias que había afuera de su habitación.

- Lamentamos la interrupción. Pero. - Empezó a hablar un guardia.

- Pero, hay una emergencia en la ciudad. - Complemento el otro guardia.

- Qué sucede?. - Les preguntó para después ir hacia la ciudad. Cuando salieron del palacio en su entrada se podía ver a una pequeña bola de varios ciudadanos discutiendo. - Qué es lo que está pasando aquí?. - Preguntó Ciel mientras salía.

- Ciel-sama lamentamos venir y molestarle sabiendo que usted siempre esta tan ocupado. - Dijo uno de los ángeles que se encontraba en el medio de esa bola de personas.

- Pero, el presente señor Andre, entro a mi pequeña propiedad y tomó pequeñas cantidades de mi cultivo. - Comento el otro que se encontraba en el centro mientras interrumpía a Andre.

- "Su" propiedad, si no mal recuerdo, esa parte me pertenece a mi señor Marco. - Contestó Andre volviendo a mirar a él antes mencionado.

Luego de eso ambos empezaron a discutir nuevamente, lo único que se escuchaba eran los "enojos" de los ángeles, lo cual estaba molestando un poco a Ciel.

Entre Angeles y Demonios. Un Amor Prohibido (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora