.~ Extra ~.

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...

[ Flash back ]

- ¿Ahora que es lo que quieres? - Pregunto Damian.

- Los he reunido a los tres para decirles algo. - Habló Henry con un papel en las manos.

- Pues debe ser muy importante para que él este aquí. - Menciono Alastor apuntando hacia Sebastian.

- Sabes si te molesto puedo retirarme, al final de cuentas estas cosas no me importan. - Con indiferencia Sebastian hablo. Alastor solo lo veía de reojo.

- No. Necesito que los tres estén aquí presentes. - Tomó la palabra para luego decirle a Sebastian que se acercara, el obedeció. - Como saben su padre fue a reunirse con los ángeles y tratar de resolver esto. - Esta vez comenzó con lo importante.

- ¿Y? ¿Ganamos o conseguimos la "paz"? - Alastor preguntó ansioso.

- Por favor déjeme terminar. - Alastor se limitó a hablar. - Durante la reunión algo salió mal. - Los tres observaban escuchando cada palabra. - Los líderes perdieron el pequeño orden y empezaron una pelea de la cual, ninguno sobrevivió. - Pausó.

- ¡¿Qué?! Entonces, nuestro padre, ¡¿Murió?! - Henry asintió.

- Por eso están aquí, para escuchar el testamento de su padre. - Dijo extendiendo el papel. - Dice: "Actualmente yo, Lucitor Michaelis soy el Rey Demonio, pero si por alguna razón algo llegase a suceder dejo esto para mis hijos. En caso de mi muerte o retiro quiero que quede claro que el palacio será de los tres y... -

- ¿Cuál es el chiste, eh? Todos sabemos lo que dice esa cosa. - Sebastian interrumpió a Henry.

- Por favor su majestad absténgase solamente a escuchar. - Trato de callar a Sebastian. - Como decía, el palacio será de los tres y también, aquel que tomará mi puesto como el siguiente rey será... -

- ¡Esto es una estupidez! - Reclamó molesto y cansado mientras Henry hablaba, luego se dio media vuelta y comenzó a caminar.

- ...mi hijo... - Alastor estaba listo para escuchar su nombre. - ...Constantine Sebastian Michaelis.- Sebastian detuvo el paso al momento de oír su nombre. - Él será quien ascienda en la línea del la corona. - Todos se sorprendieron ante esas palabras.

- E-eso, ¡¡¡Eso debe estar más!!! - Exclamó Alastor notoriamente molesto.

- Yo solo leí lo que su padre dejo escrito, nada mas. - Mostró el papel. - Ahora si me permiten me retiro. - Se encaminó hacia la puerta. - Felicidades, mi rey. - Dijo pasando a lado de Sebastian.

- ¡¡¡Esto esta mal!!! ¡¿Cómo es que tú puedes ser el Rey?! ¡¡¡Este era, no, ES mi papel!!! - Rápidamente se acercó a Sebastian tratando de ahorcarle.

- ¡¡¿Y crees que yo se lo que sucede?!! - Sebastian exclamó con la misma molestia que su hermano mientras se lo quitaba de encima.

- Tú no puedes ser rey, ¡¡YO soy el progenitor!! -

- Alastor basta, nada se resolverá, nuestro padre lo decidió así; si Constantine es el siguiente no podemos hacer nada ¿bien? - Después de mucho Damian interfirio.

- No, no está bien. - Alastor salió de aquel lugar con un portazo que retumbó en toda la habitación.

- Solo diré una cosa. Felicidades, hermanito. - Después de decir esas palabras salió de la habitación.

[ Fin ]

- Tsk. ¿Qué estupideces estoy pensando? - Sebastian abandonó aquel cuarto para dirigirse a su habitación. - Que tontería. - Ya cerca de su habitación logró divisar una foto. - Esto... - Tomo aquella foto en sus manos. En la foto habían tres personas, la más alta que estaba en una esquina, en la otra se encontraba uno un poco más pequeño que el anterior y en el centro el más pequeño; los de la foto eran Alastor, Sebastian y Damian, justo en ese orden se encontraban. - ... ja, que molesto. Yo los odio. - Entro en su habitación.

- Siempre lo haré -

Entre Angeles y Demonios. Un Amor Prohibido (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora