Microcuentos

Mi hermana

Ayer mi hermana me llevó a la plaza. Nos divertimos mucho. Nos tiramos por el resbalín, jugamos a las escondidas, saltamos, corrimos, cantamos, usamos el sube y baja y nos balanceamos en los columpios. A mi me dio sueño, pero Daniela dijo que no podíamos volver a casa, que no podríamos volver a la plaza hasta en mucho tiempo más. Dijo que si nos quedábamos un rato más podríamos ir más seguido a la plaza. yo le pregunté cuánto rato más debíamos quedarnos ahí. 

-"Hasta las 3:33 de la mañana, pero no te preocupes que ya llevamos harto rato acá; llegamos a las 12 y ya son las 2:50 A.M."- Fué lo que me respondió.

-¿A.M.?- Volví a preguntar.

-sí. A.M. Es otra forma de decir que es en la mañana.

-¿Y por qué debemos esperar a las 3:33?.

- Porque es cuando me resulta más fácil estar cerca tuyo. Y si vamos a convencer a la mamá de que nos deje venir a la plaza más seguido, debo estar cerca tuyo. ¿No es así?.

-No lo sé. Supongo- Le respondí- Pero, ¿no se enojara la mamá porque salimos sin permiso?.

-Tranquila. Para eso estamos las hermanas mayores, ¿no?.

-Supongo.- En eso recordé lo que había pasado hace 1 mes...

-¡Me encanta venir a la plaza contigo!. No sé cómo atardeció tan rápido, ¡si salir del colegio tardó mucho!.

-Bueno, suele pasar. Pero que haya oscurecido no significa que debamos irnos.

-Ah, ¿no?.

-¡Noo!. ¡Pues claro que no, si es la mejor parte del día!. Lo que se oculta entre las sombras, volver a lo conocido... un día lo entenderás. Sólo tienes 4 años y sigues viva; no hay mucho que debas entender aún.

-Tienes razón Dany, aún me queda mucho por vivir. ¡tú ya tienes 26 años!, por ejémplo, y sabes todas estas cosas.

-Si, pero...- No alcanzó a terminar lo que dijo.

De pronto, vimos a lo lejos unas luces de colores que no me dejaban ver, y un ruido que me hacía doler los oídos. En eso vi a mi mamá, estaba corriendo hacia mi y parecía preocupada. No se por qué... no recuerdo lo que pasó luego, creo que me... me dormí de la nada, o algo así. No recuerdo cómo se llama...

-Desmayo- Dijo la Dany interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Eh?

-Así se llama.; desmayo. Te desmayaste- Contestó ante mi confusión. Eso sólo hizo que entendiera menos.

-¿Por qué me dices eso?- logro preguntar.

-Querías saber el nombre de lo que te pasó. ¿No?

-Si. Pero, ¿cómo supiste eso tú?.-Ella  rió.

-Bueno, eso lo sabrás más adelante.- No le presté demasiada atención, y seguí pensando.

Entonces, supongo que me desmayé, porque desperté al día siguiente en mi cama, con mamá a mi lado. Me preguntó qué hacía en la plaza, y yo le dije que estaba con la Dany. Ella me preguntó quién era la Dany, dijo que no había nadie allí, y entonces yo le respondí que era mi hermana. Le pregunté por qué decía que no había nadie ahí. No respondió. Supongo que me habrá querido hacer una broma, o tal vez se confundió. No lo sé.

-Mira, ya son las 3:30. ¡falta muy poco!- Dijo mi entusiasmada hermana, haciéndome volver a la realidad.

-¿En verdad?. ¡Wow!. El tiempo pasó realmente rápido.

-¿Lo ves?. Te lo dije.

En eso ví cómo la piel de mi hermana comenzaba a  palidecer.

-¿Quieres venir conmigo?-me preguntó.

-¿ir dónde?

-A mi hogar. ¡Después podremos venir más seguido a la plaza!- Me contestó con entusiasmo

-¿Y la mamá?-pregunté

-Yo me encargo de eso. Tú sólo dime si quieres venir.

-Bueno... sí, me gustaría ir contigo. ¡me encantaría venir más seguido a la plaza!.

Entonces fué que me comencé a sentir rara...

Y ahora estoy aquí, un día después, viendo cómo mamá llora. Cómo personas con trajes, y coches con ruidos y luces revisan la plaza.

-¿Vamos?-Me pregunta la Dany- Hay una plaza a una cuadra de aquí.

-Bueno, Vamos.-le contesto.

Aún no me acostumbro a que revisen mi cuerpo sin vida, es mejor ir a otra plaza.