"La Cura Perfecta". *( #VEGEXBY )* - #FBLA19 -

El Reencuentro.

NARRA ALEXBY:

Me desperté de golpe, molesto por el grito de Fran y sus manos, que me sacudían de un lado a otro del asiento.

-Joder...

-Anda, Bella Durmiente, que ya hemos llegao.- me estampó un beso en la frente en plan "buenos días", aunque era ya entrada la tarde y el viaje había durado sus cuatro horitas.

-Ya, pesao.-me estiré como un gato en el asiento y refregué mis ojos pegoteados para despejarme.

Lo seguí, saliendo del garaje, para entrar por la puerta principal. Era la primera vez que venía a su casa y me quedé flipando con lo enorme que era.

-Oye tú pero... ¿Haces vídeos y vendes droga?- observé la sala, la cocina con su mueblería reluciente, el acceso al patio y a la piscina, las escaleras que daban al piso de arriba, todo estaba impecable.

Sí, en mi tiempo libre.- Fran rió con su forma tan particular y me invitó a sentarme en cualquiera de los sillones, mientras dejaba mi maleta a un lado.-Los otros dos están grabando, ya vendrán. ¿Te traigo algo de beber?

El resto del día transcurrió entre risas y charlas. En la casa ahora también vivía Stratus, y de vez en cuando se quedaba Miki, el hermano pequeño de Fran. Así que esa noche fue una noche de hombres, de play y cervecicas. Ninguno me preguntó sobre mis problemas de salud y eso hizo que me olvidara por completo del asunto. Ellos hicieron que extirpara esos pensamientos tal como habían hecho los doctores con esa mierda que tenía en el pie...

Amanecí con Fran al lado, babeando la almohada. Me sobresalté que flipas, y luego recordé que después de estar toda la noche de juerga, al mudarse Stratus a la habitación de invitados ya no había cama libre, y vine a dormir con éste parguela. Ambos nos habíamos quedado muertos incluso con la ropa puesta, de hecho Fran tenía un pie descalzo que asomaba debajo de las frazadas y otro fuera de la cama aún con la zapatilla puesta.

Por suerte yo no podía beber mucho por estar tomando un cóctel de medicamentos o terminaría con una cruda como la suya.

Me tomé la libertad de usarle la ducha y me arreglé normalito. Bajé a la cocina para husmear en el refri y me sorprendí de que esta gente no tuviera nada comestible; tres hombres que vivían del reparto, madre mía... Yo tenía la suerte de que mi madre viviera cerca y que viniera a casa día por medio para comer conmigo, o yo iba a su casa cuando no quería comer comida comprada. No había nada como la comidica de mi madre, macho. Dirán que entonces yo no estaba plenamente independizado, pero me la sudaba, que madre hay una sola. Al menos encontré unos cereales y de milagro había leche. Me acomodé como en mi casa, desayunando casi a las doce del medio día. Mi móvil vibro sobre la mesa y al revisarlo me encontré con un wassap de Vegetta:

"Buenos días, Alexbito!!! Te paso a buscar a la hora que quedamos?"

Ya antes de venir había arreglado con el Vegetto para ir a cenar con él y con Willy, así repartiría mí tiempo con todos. Con Fran y Willy cabreados Samuel tomaba las riendas de la situación, como siempre. Vegetta se comportaba como el hermano mayor dentro y fuera de las series y, aunque a veces eso me fastidiaba, también le estaba agradecido. Ya no podría contar las veces en que este chaval me había ayudado o dado pequeños empujones para avanzar en alguna que otra cosilla.

Todavía recuerdo la primera vez que me lo crucé en un gameplay; era en una partida de los juegos del hambre, ya éramos muy pocos, incluyendo a Luzu, era de esa época en donde jugábamos todos juntos pero él y yo aún no nos conocíamos, sólo le había oído hablar a Willy de él. En el último minuto yo le maté y pim pam, partida hecha. Luego me entero por Willy de que Vegetta se había cabreado por eso, se cagó en mí y en mis muertos, y me entró la curiosidad de saber qué clase de chaval era para que Willy -siendo como era de tímido y medio borde con el mundo en ese entonces- se le pegara tanto, y me sorprendí al ver que era súper majo, y ahí le comprendí. Con el paso del tiempo se volvió mi amigo, en un parpadeo. Siempre dispuesto, siempre atento, siempre positivo aunque recibiera golpes más duros que los demás. En más de una ocasión yo había estado a punto de dejar alguna serie o me había deprimido por alguna tontería, y ahí había estado él, apareciendo como por arte de magia para animarme.