Moon

Salvación

- Creo que volveré a Konoha -le dijo Sasuke al clon de Naruto.

- ¿P-Por qué 'ttebayo? -preguntó el rubio nervioso.

- No lo sé. Siento que mi instinto de padre me va a estallar.

- ¿Instinto de padre? ¿E-Estás seguro?

- Sí. Mañana volveré a Konoha, no, voy a volver ahora -miró en dirección a Konoha-. Extraño a mi mujer y a mi hija.

- Estoy muerto 'ttebayo -pensó asustado.

Sasuke y Naruto corrieron de vuelta hacia la aldea. El rubio iba pensando una idea sobre como salvar su vida. Al llegar a Konoha, Sasuke se dirigió hacia su casa. Sorprendió a Sakura a quien le pidió que guardara silencio porque quería sorprender a su hija. Tras un largo abrazo, el matrimonio subió hacia la habitación de la pequeña.

- Hija mía... -le murmuró al oído.

- Mitsuki... -dijo aún adormilada y abrazando a su padre-. Mitsuki... Te quiero...

- Sarada -dijo con un tono más alto y serio.

- Mmmm... -despertándose-. ¡Papá! -dijo sorprendida y soltando a su padre del abrazo-. ¿Q-Qué haces aquí? Da igual. Me alegro de verte -dijo feliz.

- Sarada, Sakura, me alegro de veros, en serio. Os he extrañado. Descansa Sarada, mañana pasaremos el día juntos.

- De hecho... -dijo Sarada nerviosa-. Mañana tengo planes...

- ¿Y eso?

- Nuestra hija tiene mañana una misión -le ayudó a mentir Sakura.

- S-Sí.

- Está bien, buenas noches.

Sasuke salió de la habitación.

- Deberías contarle a tu padre que estás saliendo con Mitsuki-kun, él debe saberlo por ti antes de que se entere por otra persona -le recomendó Sakura.

- Lo sé pero... Está bien, lo hablaré con Mitsuki.

Al día siguiente, Boruto fue personalmente a casa de los Uchiha. Su padre le había contado que Sasuke había regresado y quería ser el primero en darle la bienvenida a su sensei, obviamente después de su familia. Golpeó tres veces la puerta ligeramente, Sakura le abrió y saludó al chico. Le invitó a entrar y el rubio aceptó educadamente. Entró al salón donde encontró al Uchiha mayor sentado y relajado. Hizo una reverencia y le dio la bienvenida.

- ¿Qué te trae por aquí? -le preguntó Sasuke-. Sarada ya se ha ido. Me dijo que el Equipo 7 tenía una misión.

- ¿Misión? Konohamaru-sensei no me dijo nada acerca de una misión... Que raro... A él no se le suelen olvidar estas cosas 'ttebasa -dudó por unos momentos pero dejo el tema de lado al recordar el segundo motivo por el que había ido a la residencia Uchiha-. Sasuke-sensei, quiero que me deje salir con su hija.

Sasuke, quien había permanecido con un semblante relajado durante todo este tiempo, había cambiado de expresión radicalmente. Se veía serio y enfadado.

- ¿Crees que por qué te dejé ser mi alumno eres capaz de pedirme a mi hija? -inconscientemente activó el Sharingan y un aura asesina y chakra morado le rodeaban-. ¿Quién te crees?

- ¡N-No es eso! -dijo asustado-. ¡¿Quién mejor que yo para protegerla?! ¡Quiero decir, soy su alumno! ¡Me volveré mucho más fuerte y la apoyaré en todo lo que haga!

- No es mala idea... Pero aún así no estoy de acuerdo. No dejaré que alguien tan débil como tú se encargue de cuidar a mi pequeña.

- ¡Entones siga entrenándome! Cuanto más me entrenes, ¡más fuerte me volveré 'ttebasa! -dijo animado.