CAPÍTULO II

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“PODERTE AMAR”


Rafael.
Ninguno de mis compañeros dejaban de mirarme, y es que se corrió rápidamente el rumor de lo que le hice a la chica nueva (que la arroje al agua y estuvo al borde de morir ahogada). Todo esto es realmente estúpido, ¿Por qué darle tanta importancia a una broma que salió mal? Además, razone y entendí que estuvo mal e inclusive la salve, ¿Qué esperan de mí? ¿Qué le pida perdón? No, eso sí que no lo hare, porque si uno pide perdón es porque se arrepiente de sus acciones, pero, yo no me arrepiento, fue una broma excelente y eso es lo único que hasta ahora me importa.
Me dedique a prestar atención a la clase aburrida de actuación, el único que parecía disfrutar de los conceptos y raros gestos del profesor era Ignacio, quien, había ingresado a la escuela por esa razón, además para complacer a sus padres y hermano menor.
En cuanto a mí, ¿quieren saber por qué estudio aquí? Es por Sofía, si, así es, es por ella y su futuro, además porque me gusta mucho la música y porque aquí hay personas muy interesantes que en serio te sorprenden con sus historias de vida- al menos la mayoría de ellas-, y también para demostrarle a Vanessa que sin ella, yo puedo seguir adelante y ser feliz.
El presumido de Adolfo llego a molestar de nuevo y detrás de él muchas chicas completamente locas al borde del colapso por tratar de llamar su atención. Él y yo hemos sido rivales desde hace mucho tiempo, por la simple y sencilla razón de que cree que quiero arrebatarle su ´popularidad´, pero, la realidad aquí es que esta ardido porque Marisol –mi supuesta novia-, me eligió a mí en lugar de su escuálido cuerpo y cara de muerto –pálido y sin expresión alguna en su rostro-. ¿Hable de Marisol? Bueno, ella es mi novia, una chica con un rostro envidiable entre las chicas y con un cuerpo pues… por lo que dicen algunos, esta de muy buen ver. Aunque, es obvio que yo no siento nada por ella, solo soy su novio por el afán de que el odio de Adolfo hacia mí, crezca. Además, porque mis padres exigen que tenga una novia si es que quiero recibir mi herencia… lo sé, es ridículo que piensen eso cuando apenas tengo 17 años. Pero bueno, así de exagerados suelen ser los padres.
─ ¿Qué quieres? ¿Qué te quite también a estas fans tuyas? ─ cuestione de lo más divertido, coqueteando con aquellas seguidoras que venían atrás de él.
Él soltó una risa carente de humor mientras negaba con la cabeza, lo cual me dio a entender que le dolió, y eso me llenaba de satisfacción.
─ nada de eso, amigo ─ respondió
La sola mención de esa palabra proviniendo de sus labios se me hizo repugnante, apreté los parpados para aminorar la sensación de asco que me provocaba este idiota.
─ ¿Qué es lo que quieres? No estoy de humor para soportar tu estúpida presencia─ musite molesto
─ solo vengo a dejarte claro que, Katherine, la chica nueva. Es mía¬─ aseguro mientras que su mano golpeo la paleta de mi butaca, su mirada reflejaba odio y mucha decisión
─ No es como si me importase esa chica, ni siquiera me agrada. No entiendo por qué me dices esto¬─ masculle, desviando la mirada, porque en el fondo sé que esa chica no se merece a un idiota como lo es él, por lo que me pude dar cuenta, Katherine no merece a ninguno de los idiotas que están en esta escuela, ni siquiera a mí. Tras unos segundos agregue: ─. Haz lo que quieras, de cualquier modo, sé que ella te rechazara cuando se dé cuenta de que clase de persona eres.
─ Eso ya lo veremos─ dijo, al tiempo que se alejaba con el resto de personas que estaban detrás de él.

Antonio se acercó a preguntarme como me encontraba, me limite a responderle un “no dejare que este idiota me intimide, de mi cuenta corre que no logre lo que desea”, el asintió en sentido de afirmación. Ignacio se acercó del mismo modo, y los tres salimos rumbo a la piscina de la escuela.
─ Esa chica sí que es valiente, mira que retarte a ti, Rafael, es algo que no cualquiera hace─  observo Ignacio mientras que recogía el supuesto listón de la chica que estuvo a punto de morir unas horas atrás en esta misma piscina.
─ Lo sé, y por eso tengo que impedir que Adolfo le quite ese valor, me gustaría seguir molestándola en lugar de sentir lastima al verla con el corazón roto─ respondí muy seguro, porque en el fondo eso era lo que sentía.
Y es que, estar con mis amigos –mis verdaderos amigos-me reconfortaba, no me importaba que tan incoherente o ridículo pudiera oírme, sabía que ellos no se burlarían ni me juzgarían, simplemente me aconsejarían y darían su apoyo incondicional.
Como pueden darse cuenta, en el fondo no soy malo, y tengo una razón importante para no serlo: Sofía, por ella es que decidí seguir mi sueño, y por ella me he prometido no tratar mal a las personas – a excepción de Katherine-, bueno, solo soy malo  con ciertas personas a las cuales considero débiles y me encargo de darles el valor para que se hagan fuertes, valientes. Sé que no es mi mejor método utilizar el Bullying para lograr ese propósito pero, mi alma de chico rebelde de 12 años me impide actuar de la forma ´madura´ que todos esperan.

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