—¡¿Dónde está el truco, Jeon Jungkook?, ¿qué es lo que haces para ganar?! —dramatizaba mientras sacudía sus brazos y él arrugaba su nariz en una sonrisa de burla.
—Mi truco es ser el mejor siempre, eso es lo que hago, además de no usar una escopeta en 'todos contra todos'.
—Fuiste el que más veces me mató —me quejé apartándome de él—, ibas en contra de mí y no me dejabas avanzar, por eso quedaste en primer lugar.
—Aww, te ves tan linda haciendo rabietas.
—Deja de herir mi orgullo —fruncí los labios posando mi mentón sobre la palma de mi mano.
—Vamos a hacer algo: hay que jugar una partida de duelos por equipos, nos evitamos durante toda la partida y el que tenga el marcador más bajo tendrá que confesarle algo al otro, ¿bien?
Entorné los ojos sospechando de su propuesta y demoré algunos segundos antes de asentir lentamente.
—Bien, pero tiene que ser algo realmente importante, ¿de acuerdo?
—¿Tienes algo que decirme, enana?
—No, pero que valga la pena esforzarse.
Rió bajo ajustando la configuración de la siguiente ronda y permanecimos en silencio mientras cargaba el videojuego. Subí una de mis piernas a su regazo y él rebuscó entre el tazón de botanas alguna papita con picante.
En cuanto la pantalla dividida comenzó a marcar el conteo de preparación, nos acomodamos en nuestros lugares del sofá y compartimos una mirada competitiva.
El sonido de las balas apareció en seguida.
La emoción de querer superarlo me mantuvo al borde del asiento mientras mordía suavemente mis labios como gesto de concentración, aunque el ver vagamente su pantalla me distraía por las constantes "cámaras de muerte".
Algo parecía ir extrañamente mal, pero cuando giré a verlo segundos antes de que la pantalla mostrara el fin del juego, se mantenía con una expresión neutra, algo sorprendida.
—Tuviste suerte, niña, estaba pensando en todas las cosas que podrías decirme cuando te ganara.
—Excusas, perdedor, primero debiste haber considerado las posibilidades —se levantó de su lugar—. ¿A dónde vas?
—Me serviré un vaso con agua antes de darte el gusto de verme aceptar que perdí.
En serio no creía el que se rindiera tan rápido, me limité a asentir fijando la mirada sobre él hasta que desapareció por el marco de la entrada de la cocina. Escuché sus pasos, el suave golpeteo de algunos cristales y después nada. Silencio.
—¿Jungkook?, ¿te encuentras bien?
Se tomó dos segundos antes de responder.
—¿Ah?, ¡sí!, dame un momento.
Me levanté de mi lugar y en seguida lo observé regresar con lo que eran dos copas de vino, además de una pequeña tabla de madera con cubitos de queso que ni siquiera sabía que teníamos. Los puso sobre el sofá y acomodó algunos detalles extras.
—¿Me vienes a confesar que desde hace tiempo planeas una cita romántica con vino y queso?—enarqué ambas cejas y él a penas sonrió vagamente para darme una de las copas.
—Imagina que estamos ante la vista más bella de todas—observé a mi alrededor.
—Actualmente, es esta a decir verdad — resopló bajando el ritmo de sus acciones ante mi respuesta.
—Te haré la confesión, ¿bien?, pero necesito que me escuches en cada palabra —asentí lentamente—. Bebe un poco de tu vino.
—Creo que le das mucho rodeo al...-
—Quiero que te cases conmigo.
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-.-.- 🌙 -.-.-
_Hola, mis preciosas criaturas.💕
En serio lamento la demora y ausencia estos días, había estado pendiente en el tema de mi salud y otras cosas respecto a mis deberes.
Quería además añadir que no muerdo, me agradan los mensajitos y de hecho pensaba en hacer un grupo acá bien perrón por Whatsapp, ¿jalan o se rajan? :(
[ Lamento eso último, pero me nació el bello vocabulario de mi cultura c': ]
