"Yoongiy tu pasando tiempo en familia." -.-.- 🌞 -.-.-
{💕;☁}
—Eh, appa, deja de hacer trampa.
—No estoy haciendo nada.
Solté una suave carcajada, era bastante lindo el ver a mis dos niños favoritos competir y discutir entre sí gracias a un simple juego. Yoongi me lanzaba miradas cómplices de vez en cuando, fingiendo cierta inocencia cada vez que nuestra hija levantaba la mirada para comprobar si es que no se encontraba espiando el número que señalaría con su pequeña mano.
—Bien, a ver, ¿cuántos dedos tengo detrás de la espalda?
Min vaciló un tanto, observó el asiento del conductor entrecerrando los ojos y esbozó una gran sonrisa previa a la victoria de segundos después.
—Tres.
La menor frunció el ceño para girarse hacia mí y abrazarse a mi cintura.
—Mamá, papi está haciendo trampa otra vez.
—No, cariño, papi no hace trampa.
Murmuré suavemente para peinar algunos mechones con mis dedos. Los momentos tan efímeros que aprovechábamos para estar juntos, como una familia, eran los más hermosos, pero en los que menos me tenía que acomodar.
—¿Papi es un mago?
El pálido soltó una carcajada.
—Claro, y soy amigo de la hada de los dientes.
Nuestra hija se giró con cierto entusiasmo y se recorrió para estar lo suficientemente cerca de él, regalándome la escena donde podía declarar sin contraargumento que ella era la astilla más parecida a aquel palo, incluso con la gigantesca diferencia de los cuatro a los poco más de treinta años.
—Cuando regreses de la gran fiesta, ¿puedes contarme la historia de cómo conociste a la hada de los dientes antes de dormir?
El mayor asintió con ternura desbordante en su expresión y sus mejillas teñidas. Las exclamaciones de fanáticas inundaban el entorno y el vehículo decreció en su velocidad para seguir una caravana de lujosos transportes, de los cuales bajaron de uno en uno las personas que más cariño se habían ganado después de haber conocido a Min Yoongi.
—Éxito, amor.
Compartimos un corto beso antes de que yo acomodase su corbata y lo viese bajar con cierta gracia varonil ante las decenas de cámaras que lo habían esperado durante largas horas, dándole la bienvenida a aquella premiación.
—¿Papi sí podrá contarme la historia?
—Papá te contará la historia antes de que vayas a dormir, tesoro, te lo prometo.
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