El fan de Spiderman - Starker

PROLOGO.

Los chocolatosos ojos de Peter se perdían entre la multitud, esta era la primera fiesta que asistía desde que empezó hace un año a trabajar medio tiempo como asistente del señor Stark.

—Aburrido ¿no?— comentó Harry Osborn posicionándose a su lado. Le sonrió incómodo, la verdad, las fiestas no eran el estilo de Peter, pero no le quedó de otra al adolescente de diecisiete más que ir ya que él mismo Tony Stark le entregó la invitación.

Un camarero pasó enfrente de ellos con varias copas repletas de champagne, el hijo de Osborn tomó dos para darle una a su amigo. El joven castaño negó.

—Oh vamos Peter— se quejó el mayor— no te preocupes por la edad, mi primera cerveza fue a los catorce.

—Gracias Harry pero no puedo, menos con el señor Stark aquí.

—A claro, te toco ser el conductor de Stark esta noche.

Peter negó para seguir con la vista en el público, buscando a su jefe. Tony se encontraba arrinconado en la barra con una voluptuosa rubia de corto vestido y tacones muy altos, al parecer el mayor no se quejaba de la...buena vista.

—Deberíamos ir a tu casa— le murmuró en el oído la mujer, el millonario hijo de Howard no se negaría, así que tomando del brazo a la mujer se marchó de su propia fiesta, todo ante la atenta mirada de Peter y de un par de hombres que esperaban atento los pasos de la mujer.

Happy no estaba cuidando de Tony, así que grande fue la sorpresa cuando la rubia le roció un alucinógeno en toda la cara. El castaño fue cargado por el par de hombres sin levantar la sospecha de nadie se llevaron al millonario en una camioneta negra.

Peter quien vio todo, sin perder ni un segundo se fue a un callejón para quitarse el traje alquilado que le consiguió su tía, para colocarse su "traje" de Spiderman que él mismo había diseñado. Columpiándose entre edificios seguía la camioneta hasta una bodega fuera de la ciudad de Nueva York.

_*_

Una sonora cachetada despertó al multimillonario. Enfrente se encontraba la rubia con una siniestra sonrisa ladina.

—Hola Tony Stark.

—Vaya... ¿Esto es parte de la fantasía?— preguntó con burla al notar que estaba amarrado de pies y manos en una silla. Los hombres enmascarados se encontraban detrás, mientras que la rubia, vestida ahora traje de cuero, se empezaba a molestar.

—Deberías llorar Stark, implorar por tu vida— con rapidez le colocó un cuchillo en la garganta, rozando la piel sin lastimarla.

—Bien, pero antes de "rogar" ¿Cuál es la palabra de seguridad? ¿Habíamos acordado una no?

—Parece que no estás entendiendo idiota—la mujer se empezaba a enojar más y más logrando hacer reír a Tony.

—¿Crees que te tengo miedo? Me han secuestrado desde los doce, ya no es nuevo— respondió el castaño con sorna.

—Oh pero no te secuestré— el millonario levantó una ceja— yo te voy a matar. Mi jefe te manda saludos.

Tony se quedó petrificado, no sabía qué persona podría estar en su contra. La rubia sonrió antes de sacar una pistola apuntando a la frente de Stark. Pero antes de que pudiera disparar una telaraña impactó en la cara de la mujer.

—Hmp— dijo intentando inútilmente quitársela.

Usando el factor sorpresa, Spiderman se enfrentó con los secuaces de la mujer dejándoles inconscientes luego de unas golpizas. Mientras la mujer buscaba respirar en la máscara de telaraña, Spiderman se encargó de desatar a Tony Stark.