Serian unos ocho años cuando dejó la UA. aun así sus mejores delirios estaban guardados para su mentor, Togata Mirio, Lemillion en sus mejores días había sido su tutor cuando fue transferida de grecia. quisas era demasiado enérgico o propenso a las bromas tontas pero en ese momento de su vida necesitaba desesperadamente sonreír y nada detuvo al rubio hasta que lo logró. aun despues de todo lo que había pasado, de todo lo que sustuvo entre sus manos aun conservaba la carta que le confecciono en ultimo año, estaba esperando la graduación para entregársela como era la costumbre pero nunca llego el momento. casi una década despues estaba es un charco de su propia sangre en un declive de sus malas elecciones y poco control de sus instintos intentado según ella de hacer justicia, en mascarando el hambre de venganza contra las personas que apagaron su sol y le quitaron la oportunidad de ser autenticamente el mejor héroe que ella hubiera visto. las luces comenzaban a apagarse para la muchacha mientras sus ojos humedecidos comenzaban a ver la imagen de joven sonriente
-tengo algo para ti, esta en mi bolsillo. lamento mucho no poder habértelo dado en su momento, supongo que nunca tuve la fuerza-
su mano cayó al suelo y sus ojos perdieron enfoque, la sangre empapando su ropa atestiguando el final de una persona no del todo malvada. una ilusa enamorada o una extremista bien intencionada, allí en ese callejón deseando ver por ultima vez el sol