Capítulo 4: Día 36/Día 38

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Día 36



— ¡Yah! Eres todo un rudo, Baekhyun — dijo Youngsoo, mientras él le servía su cerveza en aquel tarro sin poder esconder su sonrisa—. Aun no puedo sacar de mi mente esa escena tuya dándole una paliza a ese tipo. Si no fuera porque alguien —el hombre miró a Yifan, quien rápido bufó— te distrajo, estoy seguro de que habrías ganado.

Su sonrisa se ensanchó más. Entretanto, su jefe parecía estar todo menos contento.

— ¿Podrías guardar silencio, Youngsoo? Harás que se le suban los humos a Baekhyun, y creerá que lo que hizo está bien y volverá a hacerlo.

— ¡Pero hice lo correcto! — se defendió, luciendo algo indignado por la actitud de su jefe—. Incluso Taeyeon me invitó a cenar el otro día para agradecerme lo que hice por ella — giró de vuelta al cliente, y dejó el tarro frente a él con una sonrisa—. Esta va por mi cuenta.

Guiñó el ojo escuchando un nuevo bufido por parte de Yifan; pasó de él, pero su jefe no lo dejó estar, por lo que empezó a reñirle por su actuar insensato de aquella noche.

Baekhyun no quería escucharlo, traía un muy buen humor encima como para que el alto se lo echara a perder. Por eso, apenas escuchó el sonido de la puerta del local abrirse en anuncio de que habían llegado nuevos clientes, no dudó y colocó su trapo en uno de los bolsillos de su delantal que abrazaba sus caderas para salir detrás de la barra e ir al encuentro de esas personas.

Jamás hacía aquello, pero ese fue su único escape.

— ¡Bienveni...! — sonrió con amabilidad, pero su saludo se quedó a la mitad cuando vio al grupo de personas, reconociendo de inmediato al chico alto de cabello azabache que iba justo detrás de ellos—. Bienvenidos, chicos — continuó, mirando en todo momento al hombre—. Hola Chanyeol, ¿al fin tienes una noche libre?

Los acompañantes del médico —que también pudo identificar como parte del hospital— le miraron y no dudaron en saludarle al seguramente recordarlo de la fiesta sorpresa de la madre de Chanyeol. Sin embargo, y al ver las miradas que ellos compartían, no dudaron en intercalar las suyas hasta que el pelinegro que asintió a su pregunta, luciendo una pizca de abochornado.

Ante tal reacción no pudo evitar sonreír con sinceridad, y terminó murmurando un genial antes de mirar a sus amigos e indicarles que le siguieran a una de las mesas del fondo que estaba muy cerca del billar y juego de dardos.

— Bien, ¿qué es lo que ordenaran para beber? — preguntó una vez se instalaron.

Los presentes cuchichearon, tomando la palabra Wendy, quien había la misma chica que lo atendió en la recepción del hospital la primera vez que llegó a este.

— Serán cuatro cervezas, un agua mineral y un par de vodkas, por favor —asintió anotando mentalmente la orden de la castaña, haciendo el conteo y verificando que lo pedido concordaba con la cantidad de personas en la mesa.

Lo cual le hizo pensar lo siguiente.

¿Chanyeol iba en automóvil con sus amigos, o en su moto? ¿El agua mineral era para él?

— ¿Vienes en moto? — no se quedó con la duda y preguntó de tajo, tomando en curva al mayor. Este dudó un segundo, pero terminó asintiendo—. Supongo que el agua mineral es para ti, ¿no?

Chanyeol entonces le miró, y ladeó su sonrisa.

— Será una cerveza para mí, por favor.

Baekhyun fue muy consciente de que arrugó su nariz, no siendo discreto en el desagrado que sintió por la respuesta del alto.

61 Days With YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora