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Pov. JiMin
No se pero siento que los días pasan muy rápido. Ya es lunes y como todos los lunes, voy tarde al colegio.

Salí corriendo de casa, realmente lo estoy asiendo costumbre llegar tarde los lunes, pero qué más puedo hacer, los fines de semana me desvelo pensando en el idiota de yoongi.

Entre en el salón de clases por suerte la profesora aún no llegaba, me senté a lado de taehyun.
—JiMin, qué tal tu fin de semana?—
—bien, y el tuyo— hay no, no debí preguntar
—no te lo vas a creer, Hyun me invito a salir y claro acepte gustoso—toco su pecho ironizando lo último—me llevo a un hermoso restaurante y al final me fue a dejar a casa no sin antes despedirse de la mejor manera.

No pudo ser peor Gracias a la maestra que entró al salón.

[. . .]
En la hora libre me encontré con yoongi, por alguna razón le sonreí y él me devolvió el gesto, se sentó a mi lado y me dio un beso en la mejilla, sentí mis mejillas arder, se podría decir que soy un tomate con patas.
El solo río y comenzó a devorar su almuerzo yo hice lo mismo.

[. . .]
Al terminar las clases salgo del edificio y me dirijo a donde está yoongi esperándome recargado sobre su moto
Ese chico me esta volviendo loco.

—sube Park — su vos sonó demandante
—hola a ti también— después de eso subí y no dijimos nada más asta llegar a casa.
Baje de la moto y entre a la casa. Puse mi mochila en el sillón de la sala, yoongi arremedo mi acción.

Algo en mi quiere ser tocado por él, con cautela me acerco a donde se encuentra sentado y me ciento en su regazo quedando cara a cara. Él no protesta al contrario me sostiene de la cadera y se acerca para besarme.

Empezamos con un beso dulce lleno de amor, para continuar con algo más profundo lleno de lujuria. Suelto un gemido al sentir sus manos en mi trasero y él aprovecha para meter su lengua en mi boca y así comenzar una guerra de lenguas.

Comenzó un vaivén con mi cadera, asiendo que nuestros miembros se rosen yoongi al igual que yo soltó un gemido y segado por el placer, echo la cabeza atrás. Bese su clavícula, su cuello y después lo tome del pelo y lo jale hasta que mordí su labio inferior.

















Siento que las deje con ganas de más. Pero eso será en el otro capítulo. Se cuidan y feliz fin de semana

Me enamore de mi secuestrador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora