Capitulo 7.

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Las lágrimas que recorren las mejillas de Weel hasta su barbilla para finalmente caer en forma de pequeñas gotas al suelo, hacen cambiar la manera que Kumatetsu ve a esa chica. Mientras gira su muñeca para mirar la etiqueta vieja y rota de algunos extremos de la botella color marrón.

- Lamento haberte gritado... - Weel se limpia las lágrimas con una expresión molesta en su rostro, se levanta del sillón, toma con rapidez su abrigo y con paso rápido se dirige hacia la puerta, pero antes de abrirla, se pone su abrigo y se coloca su gorro sobre su cabeza para protegerse del intenso frío, él tenía algo en mente, que tenía que decir antes de que ella saliera y probablemente nunca más verla.

- Cómo te llamas? - Pregunta mientras se pone de pie y lentamente comienza a caminar hacia Weel, quien está de espaldas.
Al sentir y oír los pasos de Kumatetsu acercándose, ella quiere salir corriendo y gritar por ayuda, pero es el mismo miedo que se lo impide, no quiere que el la lastime... se oyen más y más cerca los pasos de Kumatetsu... hasta que se detiene detrás de ella.

- Y bien?... - Kumatetsu comienza a levantar su brazo. Weel, ve la sombra del brazo levantarse.

Dios mío ... - Piensa mientras mira detenidamente el brazo que pasa al lado de ella, musculoso y venoso, un golpe sería devastador para ella, mucho más que Dev. Tiene el corazón en la garganta por el miedo que siente estando cerca de Kumatetsu, después de todo, ella era consciente que esto podría pasar, jamás pensó que en efecto, pasaría...

El aire, frío, que toca su rostro, que entra por la puerta que kumatetsu había abierto, la tranquiliza, todo el miedo que sentía, todo ese pánico, se desvanece y en su lugar, deja una agradable y cálida sensación de alivio que la hace sentir más ligera. La idea de salir corriendo aún abunda por su cabeza, pero, al ver con el rabillo del ojo, a kumatetsu alejándose de ella para sentarse en el sillón...

- Cierra la puerta cuando salgas... y... gracias por esto. - Kumatetsu levanta el botiquín, lo pone a un lado suyo y comienza a sacar lo que hay en su interior. Varios rollos de vendas, alcohol, jabón y un termómetro. También había jeringuillas y tijeras pero estaban oxidadas. Kumatetsu gira su cabeza, confundido observa a Weel, quien sigue de espaldas.

- Te puedes ir... tranquila, no iré tras de ti... tampoco te lastimare... lo prometo...- Weel, cierra la puerta y lentamente gira su cabeza.

-Weel... así me llamo - Dice mientras sonríe a lo que Kumatetsu también sonríe, sólo un poco. Weel se recarga sobre la puerta, comienza a deslizarse hasta que su trasero toca el suelo.

- Un placer... Weel - Kumatetsu se recarga sobre su sillón y mira a esa chica fijamente.

■■■■■■ 10:00pm ■■■■■■■

Jack, quien hace unas horas fue echado a la calle sin piedad alguna. Camina vagamente por la ciudad, llevaba una manta delgada que cubría su cuerpo, pero, de poco le servía. No tenía rumbo, sin saber a dónde ir o de qué hacer y para empeorar las cosas, pequeños poros de nieve comienzan a caer del cielo, sólo unos pocos, pero a medida pasa el tiempo, caerán más y más, luego vendrían ventiscas que se transformarán en tormentas de nieve, si no busca un lugar rápido, morirá de hipotermia, él es consciente de eso y apresura el paso, busca un lugar cálido y seguro para pasar la noche.

Las luces de las casas, ya estaban apagadas, lo que quiere decir que las bestias ya estaban dormidas, pero debido a la situación en la que Jack se encontraba, aún así, toca a las puertas de 10 casas, nadie responde a sus llamados de auxilio... así que, como no le queda más remedio que dormir en un contenedor de basura, claro... sólo faltaba encontrar uno de su tamaño y usar la basura junto a su manta para protegerse del frío... Las brisas se vuelven más fuertes y agitan su manta bruscamente hasta desprenderla de sus manos, Jack mira como la única cosa que lo ayudaba a estar caliente, se va volando por los aires, los poros de nieve caen más y más rápido, el tiempo se agota. Jack entra en pánico, le es más difícil moverse, se estaba quedando congelado. Quiere gritar por ayuda, pero la voz que salía por su hocico era muy, muy débil, ni siquiera él mismo podía oír sus gritos... pero si podía escuchar los gritos en su mente....

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2018 ⏰

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