Capitulo 3.

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Al entrar a la taberna, para sorpresa de kumatetsu, había sólo unas pocas bestias, un total de 4, 3 chicos y una chica, al parecer eran un grupo de amigos quienes venían de las afueras de la ciudad ya que vestían de una manera distinta al resto de Jutengai.

Hmph... - Dice mientras se acerca a la barra con su pedido en mente. Al escuchar alguien aproximándose, el cantinero detrás de la barra.

Buenas noches, que puedo hacer por usted?. - Pregunta amablemente mientras limpiaba unos vasos, pero, al darse la vuelta y ver de quien era su cliente esa noche. Su corazón comienza a latir, rápidamente.

K-Kumatetsu!? - Se puede notar, por su tono de voz que los nervios los tenía de punta.

Uno doble... - Responde a secas, mientras saca dinero de la bolsa de su abrigo, lo deja en la barra y espera pacientemente su bebida.

Pero miren quien esta aquí! Kumatetsu! - Kumatetsu, al reconocer la voz, da un gran y profundo suspiro, preparándose para la gran cantidad de preguntas que estaban a punto de llegar.

Que quieres tatara... hmph?, quien es el? - Tatara no venía solo, venía acompañado de una bestia toro.

E-Es sólo una gentil bestia que me va a invitar un trago... Verdad!

Creí que veníamos a... - Sisisi! - Tatara interrumpe a su acompañante. - OIGA! Podría traerme una cerveza! Y para mi amigo... el toro, lo mismo?... si, lo mismo!. - Tatara se sienta al lado de kumatetsu.

El cantinero, se acerca a kumatetsu, con su bebida.

Algo más?. - Pregunta gentilmente mientras deja el vaso sobre la barra.

No... por ahora... - Responde a secas.

Y dime... cómo estuvo el trabajo?... fuiste verdad?... Ya no quiero que tu jefe ande tras de mi! Que cree que soy tu secretaria!- Tatara reposa su brazo sobre el hombro de kumatetsu como en los viejos tiempos, kumatetsu sólo asiente con la cabeza, si, toma el vaso y comienza a darle vueltas con la muñeca. Tatara pone una cara seria y mira a kumatetsu a los ojos. Puede ver la tristeza reflejándose en sus ojos... preocupado, sabe que tiene que hacer algo, por kumatetsu...

Piensas en él... verdad. - Al escuchar esas palabras, kumatetsu se echa de un trago el alcohol que contenía al vaso. Tatara se sorprende al ver a kumatetsu sonreír suavemente.

Si... para qué negarlo... siempre pienso en él… no importa donde… no importa cuando...- Dice en voz baja. Regresa la mirada al cantinero quien se encuentra recargado sobre el muro con los brazos cruzados mirando al suelo. - Otra...

Enseguida. - Responde al instante. Kumatetsu se recarga en su asiento, y lentamente dirige su mano hacia su estómago.

- Siempre, estará en mi mente... - Comienza a tocar su cicatriz, ese bache sobre su piel que se puede ver perfectamente a través de su pelaje. Al ver el estado en el que se encontraba kumatetsu, tatara aparta su brazo del hombro de Kumagetsu, y, compartiendo su dolor se recarga sobre el asiento. El toro los mira a ambos, con los ánimos bajos y decide levantarse e ir a fuera para espera a Tatara.

Para serte honesto... - El cantinero deja el siguiente vaso para kumatetsu. - también lo extraño... - Dice tatara mientras cruza sus brazos.

Kumatetsu vuelve a tomarse su vaso de un trago. - Otra!. - Dice.

Tatara permanece en silencio, observa la mirada neutral de kumatetsu. Parecía estar recordando algo, hermosos, que ahora sólo queda en su memoria.

Entiendo... - Tatara se levanta, se ajusta el abrigo y bufanda, toma las cervezas no sin antes dejar el dinero sobre la mesa y, tal como entró salió de la taberna dejando a kumatetsu sólo. Sentado en silencio, tomando para ahogar las heridas del pasado... para olvidar...

En busca del amor. +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora