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Los tres chicas gritaban de emoción por su amiga que ahora se veía colorada por la vergüenza, hace unos minutos atrás les había contado que había aceptado casarse con él y ellas comenzaron a sacudirla.

— Se nos casa nuestra niña.

Dramatizó Sango, fingiendo secar una lágrima falsa de su ojo.
Kikyo cargaba a su hija y le contaba cosas sobre el matrimonio.

— Y la Luna de Miel es algo inolvidable.

— ¿Eh? ¿A caso piensan que él y yo haremos...? — hizo señas con sus manos para explicarse mejor.

Ambas mujeres la miraron con incredulidad, no podía parecer tan inocente, menos con la edad que ya tenia.

— Obvio que harán eso, a él seguro le gustará tener un heredero.

— Pero.. será un Hanyou, y sabemos que no le gusta esa raza — hizo una rara mueca con la boca, mirando sus pies descalzos, enterrando los dedos en el pasto crecido.

— Hanyou o no, tendrán hijos en algún momento, disfrutarán la luna de miel y serán felices — imaginó Sango en su cabeza la familia que podría tener Kagome con aquel Lord amargado.

Mientras Kikyo y Sango sonreían, ella comenzaba a arrepentirse de su decisión. ¿Herederos? ¿Tendría que darle hijos? Ella no estaba lista para eso, no quería.

Eres Diferente, Miko. //CANCELADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora