Sherlock Holmes and his dangerous disadvantage...

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Al día siguiente la luz solar me despertó de mala manera, tallé mis ojos con suavidad y los abrí mientras mis pupilas se acostumbraban presas del repentino cambio de luz.

Estiré mis brazos y bostecé como si hubiese dormido espectacularmente bien y es que en realidad así había sido. Lo primero de lo que me percaté fue que John se había levantado ya de la cama, solo podía encontrar sus prendas aun regadas, la camisa con la que me limpió se encontraba arriba de la mesita de noche y no pude evitar sonreír. Ya había recordado lo que pasó. Yo tenía una resaca impresionante, todos mis miembros me dolían, suponía que quizá John había sido algo rudo anoche o que simplemente debido a mi inexperiencia se trataban de los rezagos de mi primera vez...

Aunque quisiera pasar todo el día en la cama ya era hora de volver a las actividades usuales. Me debatí en la cama si salir desnudo o no ya que debido a lo ocurrido el día de ayer creía que mi pudor enfrente de John ya no tenía razón de ser, pero dado lo sorpresivo de anoche no quería que John se asustara ante mi descaro, sabía que tal vez lo que había pasado ayer era mucho para procesar y quería darle tiempo, así que tomé mi pijama habitual que constaba de una playera de algodón, un pantalón y mi bata azul.

Abrí la puerta de mi habitación y lo encontré saliendo del baño con una toalla enredada en su cintura. Salió agitando su cabello con ambas manos y cuando se percató de mi presencia su cara era de evidente sorpresa, apretó los labios y bajo la mirada. Pero en esa mirada no había lo que vi ayer... algo había cambiado y saberlo hizo que comenzara a espantarme, sentí que la sangre se me helaba en las venas pues sabía lo que vendría a continuación. Tenía que prepararme para el golpe emocional.

Pensé salvar la situación explicándole a John que sabía que lo que pasó ayer había sido demasiado para digerir de golpe, pero que podíamos trabajar para que él se sintiese más cómodo con la idea de que lo que sentíamos era completa y perfectamente normal. Así que ordenando mis ideas abrí la boca y procedí a explicarme.

Hola John... yo... -

Espera Sherlock, antes de que digas una palabra, se lo que ocurrió anoche, pero si no te importa, no quiero hablar lo que pasó ¿de acuerdo? Creo que no estoy listo para algo así todavía... - Vi como John cubría sus ojos y los tallaba con su mano en un gesto de preocupación

Mis ojos se arrasaron y sentí como si en ellos hubiese carbón al rojo vivo, suprimi las lagrimas lo mas que pude y con mi tono habitual dije...

Claro John, yo entiendo-

Emm... ¿puedo? – Me dijo señalando mi habitación con la cabeza

Adelante. -

En eso John entró de golpe a mi habitación, sacó sus pertenencias y me dejó ahí en el pasillo... justo donde lo intercepté... en todo ese momento no pude moverme ni un solo centímetro, estaba crispado. Conociendo a John y su actitud ante cualquier cosa que pusiera en duda su heterosexualidad, sabía con toda seguridad que quizá esto sucedería, pero sentirlo fue... doloroso. Además de que traté de engañarme a mí mismo pensando que quizá lo de anoche le haría atenuar esas tendencias.

Era mi turno de entrar a la ducha, abrí la puerta, la cerré de golpe y me recargué en ella, mis lagrimas contenidas lograron salir y Dios mío... ardía más aún que cuando tragué agua, no sabía cómo era posible eso, pero era una sensación espantosa. Me sorprendí bastante de que lo emocional doliera más que lo físico.

Pasando de largo vi la tina, no pude evitar hacer una sonrisa que más que eso parecía mueca dolorosa, recordé que todo había pasado debido a que yo me encontraba en peligro y traté de ser lo más analítico posible, pensé que quizás John solo sentía una especie de apego emocional hacía mí y lo que surgió ayer no fue más que un torrente de emociones intensas que no sabían cómo desembocar.

The Drunk and the SociopathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora