En este mundo hay corazones tan rotos y vendidos al mal.
Hay latidos comprados por falsas palabras y mendigos discursos.
Hay sonrisas tan efímeras y tristes.
Hay lágrimas inundando almohadas y sábanas.
-¿Qué haces? -Preguntó la enfermera.
Laura estaba sentada en una mesa en la habitación que ocupaba en el hospital. Se encontraba concentrada navegando en las profundidades de sus sentimientos y plasmándolos en una hoja de papel que el doctor le había regalado.
-Hola. -Laura se volteó y le sonrió a la enfermera. -Intento escribir un poema.
-¿A quién se lo dedicas?
Laura volteó a ver su hoja y susurró despacio: a mí corazón partido.
***
Ya había pasado un largo tiempo. Iván ya estaba por terminar el colegio y a Laura le faltaba un año para graduarse.-Me voy a ir para la policía amor. -Susurró Iván.
Él y Laura estaban sentados en la habitación del chico. Laura estaba sobre su cama con los pies sobre la almohada e Iván estaba recostado en la piecera de la cama, apoyándose en el suelo. Ambos estaban hablando de los planes que tenían hacia un futuro, se preocupaban de lo que iba a hacer cada uno en unos años y la forma en la que esos estudios iban a complementar la hermosa relación que ellos conservaban.
Laura brincó de la cama y se puso en el suelo para abrazar fuertemente a Iván.
-¡Amor! ¡Te felicito! ¡Lo pudiste alcanzar!
-Pues, ya está casi hecho. Solo falta que ellos me llamen para firmar un papel y listo, el otro año seré un aprendiz.
Laura lo abrazaba con mucha fuerza y luego le daba besitos en su rostro.
***
-¿Y qué pasó después de eso? -La enfermera le preguntó.
-Pasaron los días y mi papá me sentó sobre una de las sillas del comedor para contarme algo. Dijo que era muy importante.
***
Laura estaba muy nerviosa. Su intuición le decía que algo no iba bien.
-Ajá papá... ¿Qué pasó?
Su padre daba vueltas y vueltas en frente suyo.
-¿Me vas a decir? -Preguntó Laura ansiosa.
El señor Azcárate la miró de reojo sin pronunciar ni una sola palabra.
-Ufff, me voy mejor. Mi novio me está esperando. -Dijo la chica.
-No irás a ningún lado.
La mamá de Laura salió de su habitación y se interpuso en la salida de su hija.
-¿Qué les pasa? ¡Cuál es el misterio! -Alzó la voz.
-Señorita me hace el favor y no le grita a sus padres. -Dijo el señor Azcárate con total calma. -Está bien, lo diré sin tantos rodeos. Nos vamos para Estados Unidos de nuevo.
-¿Qué? -Pronunció Laura con total sorpresa y desagrado.
***
-Después no me quedó más nada que contarle a Iván lo que estaba pasando. Sabía que le iba a romper el corazón pero no podía hacer más nada. Aún era menor de edad y mis padres me mantenían, sin ellos no podía sobrevivir.
Laura miraba el suelo, no levantaba la mirada.
-Creéme que después de escuchar esas palabras de mis papás tenía mi corazón en las manos todo el tiempo y en mi mente tenía el corazón de Iván. Cada vez que lo veía sabía que era un día menos que lo iba a ver. Yo... Yo no sabía cómo decirle que me iba a ir de su vida.
YOU ARE READING
Explosión (Editando)
Teen FictionEra una noche lluviosa. El cielo estaba triste, no le gustaba ver a la ciudad llorando, por lo tanto, él no quería dejar de llorar. No pasaba mucho después de lo ocurrido en la ciudad de Barranquilla, no pasaba mucho que en ella se vio manchas de sa...