Hiro acababa de graduarse definitivamente de la universidad de San Fransokyo, luego de terminar su segunda carrera al fin era mayor de edad, así que creía que era tiempo de mudarse, "salir del nido" como decía su tía y darle un descanso a su tutora luego de haber cuidado de él y de Tadashi por tantos años desde que sus padres fallecieron, así que durante un tiempo se dedicó a encontrar un lugar donde vivir que fuera cerca del Lucky Cat Café, afortunadamente al poco tiempo pudo encontrar un departamento con una renta accesible justo como el quería, la única desventaja: tenía que compartirlo.
En realidad si lo vemos de otra manera, tener un roomie no parecía tan malo, incluso podríamos decir que te hace las cosas más fáciles porque pueden dividir todos los deberes a la mitad, incluso las rentas, pero para Hiro eso era todo un problema, el tenía una manera de hacer las cosas, vivir en una habitación llena de desastre hacia que sus ideas fluyeran, así que odiaria si él y su futuro compañero de departamento tuvieran ideas distintas, ya se estaba preocupando y molestando por cosas que aún no sucedían, pero aún así se dió la oportunidad de intentar convivir con otra persona, si no funcionaba bastaría con buscar otro departamento para mudarse lo más rápido posible.
Al inicio Hiro estaba demasiado nervioso, no por el hecho de vivir solo, desde la perdida de su hermano se había vuelto más independiente, lo que lo tenía ansioso era no saber cómo es la persona con la que viviría por un tiempo indefinido, esperaba tener demasiada buena suerte para no tener que compartir habitación con una mala persona, con un pervertido o con un psicópata, porque realmente no sabía porque ese chico estaba buscando otro roomie.
Cuando llegó al edificio comenzó a bajar las sus cosas de la mudanza para subirlas hasta donde sería su nuevo hogar, agradecía que sus cosas no fueran tantas porque tardaría mucho más en terminar aquella tarea, cuando acabó con eso, estando ya frente a la puerta de su departamento tomo una gran bocanada de aire, soltó un suspiro y abrió. El lugar era justo como lo había visto anteriormente en aquella página de internet, con las paredes blancas y amueblada con la intención de combinar, se dió el tiempo de observar su nuevo entorno, luego siguió con su trabajo hasta terminar de poner todo en su nueva habitación.
Se recostó en su cama para descansar un poco, durante todo ese tiempo no había visto ni una señal de su compañero, no sabía si eso era bueno o malo, pero lo hacía sentir como si ese lugar fuera todo para el, entonces escuchó el dulce sonido de una guitarra, si antes se había quejado de no tener ninguna pista de su roomie bueno pues ahora la tenía, pero aquella señal no lo había disgustado para nada, en realidad las melodías tocadas en aquel instrumento lo hicieron sentirse relajado, le gustaba, hasta que fue sorprendido por la hermosa voz que comenzó a fluir juntos con el sonar de la guitarra, así que se acercó a la puerta para poner escuchar mejor la canción que el contrario interpretaba desde su habitación.
Cuando terminó la canción, y como si hubiera Sido por arte de magia, ambos abrieron salieron de sus habitaciones al mismo tiempo. Un chico alto, moreno, de cabello negro y con un lunar cerca de su labio estaba frente a él dedicándole una gran sonrisa, vestía una sudadera roja con una franja en cada manga, una camiseta de tirantes blanca, jeans y botas, además no parecía ser mayor que Hiro.
— ¡Hola! — saludo el chico moreno animado— soy Miguel, gusto en conocerte.
—Soy Hiro — respondió el asiático— Hiro Hamada.
Al principio aquella relación que parecía iniciar bien se volvió algo de odio, justo como Hiro lo había imaginado antes de mudarse, ambos tenían costumbre demasiado extrañas y diferentes según la perspectiva del otro, lo cual hacía que sus personalidades chocarán frecuentemente, eran como un par de niños pequeños tratando de ganar un juguete, casi no hablaban y cuando lo hacían discutían, pero solían ser educados con el otro. Así paso medio año con discusiones tontas y graciosas hasta que llegó el aniversario de la muerte de Tadashi.
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A Musical Love Story (Higuel)
FanfictionOne-shots Higuel basados de canciones de solistas coreanas, como Baek A Yeon, Ailee, IU, Lee Hi entre otras. Los capítulos no tienen relación entre sí. Dibujo de la portada hecho por Ureshi-san