Can't Stop Feeling {Weasley Twincest}

Capitulo 1

[POV GEORGE]

"La oscuridad vuelve a aparecer en el cuarto. Ya se había convertido en una de mis más fieles amigas, si es que pudiera catalogarlo de alguna forma. Hermosa oscuridad. Oscuridad que ocultaba mis penas, angustias, miedo, todo. Pero algo mayor que eso, ocultaba la verdad. La cruel verdad que reinaba en mi mente hace algunos meses, cuando me di cuenta de todo. Cuando abrí los ojos. Cuando cualquier acto de razón se hizo nulo cada vez que me acercaba a ti, cada vez que te veía, cada vez que te hablaba.

Cada vez que me sonreías.

Porque todo eso se había transformado en un gran martirio para mi. Todos los días, a cualquier hora, pensaba en ti. Pensaba en tus ojos, azules como el mar. En tu cabello, totalmente idéntico al mio. En tu cuerpo en general, demasiado similar al propio que a veces me preguntaba qué rayos estaba haciendo al pensar en él. Y peor aún, en tus labios. Esos labios prohibidos de tocar, demasiado lejanos, fuera de mi alcance.

Porque a pesar de ser idénticos, a pesar de que medio mundo nos confunde siempre. Para mi, eres diferente y único. No eres mi simple reflejo; eres algo más que eso. Algo mucho más allá; con lazos más fuertes que el de la hermandad. Yo te considero como algo más potente que mi hermano, mi gemelo. Algo que no me permito pensar; algo que oculto hace mucho tiempo y nunca te lo revelaré.

Porque sé que me dejarás a un lado si digo; si solo susurro lo mucho que me importas. Lo mucho que te quiero. Lo mucho que te amo, Fred."-

Con tan solo pensar esas palabras de nuevo un escalofrío recorría por mi espalda. El maldito cuaderno en donde escribía todos mis pensamientos y demás ya se estaba desbordando de tantas palabras. Palabras que me ayudaban a seguir adelante; seguir con nuestra relación. Relación que no tiraré a la basura por un simple capricho. Solo es eso.

Siento la puerta abrirse. Eras tú, siempre tan puntual. Volví a esconder mi cuaderno bajo la almohada frente a tu mirada sospechosa. Hace mucho que sabes que escribo en ese cuaderno. Y sabes lo sagrado que es para mi.

- Algún día me tendrás que decir lo que hay ahí dentro, hermano – dijo mi gemelo, regalándome otra de sus tantas sonrisas. Demasiado similares a las mías. - De aseguro estás haciendo algún plan para sorprender este año en Hogwarts – dedujo, pero aún pensativo.

- Ni lo creas – contesté – Si es que hiciese alguna broma, esa broma correrá para ambos, Fred – aseguré, dejando todo claro.

- ¡Aww si mi hermano es tan comprensivo! - dijo burlonamente, acercándose a mi para pellizcarme la mejilla, simulando a alguna anciana que considerase tierno un niño.

- Ya Fred, suelta.. - dije entre risas. Risas que sabía actuar muy bien. Por dentro mi alma se partía en mis pedazos al pensar que solo esas pequeñas "muestras" de cariño iban a ser las únicas que tendré por parte de mi hermano. Yo quería llegar a algo más allá, pero me estaba prohibido corromper nuestra hermandad. - Y bueno, tengo sueño. Mejor vamos a dormir.

- ¡Hey! Espera..-dijo, sosteniendo mi muñeca, impidiendo que avanzara hacia mi cama. - ¿Acaso no has visto la hora?

- Err... No – dije. Estar más tiempo junto a él me ponía demasiado nervioso. No quería verlo, ni escucharlo y mucho menos sentir el contacto de su mano cercana a la mía. Yo solo trataba de poder controlarme.. "George, por favor... No cometas ese error"

- ¡Son apenas las diez! - gritó, alzando los brazos, dejando mi muñeca libre, gracias a Merlín. - Los Weasley no pueden quedarse acá encerrados haciendo nada, George... ¡Vamos! Tomemos el Mapa del Merodeador y molestemos a la Señora Norris un rato..

- Fred.. No creo que sea buena..- no alcancé a terminar al ver el rostro de asombro de mi hermano.

- ¿..Idea? ¿Desde cuando te preocupas de que las ideas sean buenas o malas? ¡Estás demasiado extraño!

Muy bien: Acabo de cavar mi propia tumba. Conociendo a Fred, no dejará de molestarme hasta saber la verdad. Yo solo cerré los ojos, evitando el contacto con los de él y me acosté en mi cama.

- Anda con Lee y los otros si quieres.. Pero yo no estoy de ánimo, Fred. Perdón..- los sentimientos de culpa y angustia afloraban en mi ser. Sabía que no podía llegar demasiado lejos con esta mentira. Algún día tendría que enterarse.. Pero ese día no sería hoy, ni mañana ni pasado.. Nunca.

- Ok George, descansa- Y sin más, salió del cuarto.

Sorprendido, di la vuelta y ya no estaba.. ¿Enserio no quiere saber lo que me sucede? ¿Tan poco valgo como para que no se preocupe? ¡Acaba de abandonar a su gemelo por una aventura de medianoche! Mi corazón volvió a dar un vuelco, pero no del bueno. Algo me dolía; me asfixiaba. No podía estar tranquilo.

Esto demuestra que a Fred le importa más su afán de aventura que su mismo gemelo.

- Por favor, George, no pienses eso – dije en voz alta. De aseguro le estoy dando demasiada importancia. A veces el drama consume mi pensar de forma coherente. - Mejor anda a dormir..

Y volví a cubrirme con mis sábanas, ocultando mi cabeza. Mañana será otro día. Otro día para olvidar.

[POV FRED]

Regresé temprano a la casa de Gryffindor. La Señora Norris no estaba de ánimo como para acusarme con Filch y la diversión duró muy poco, además de que no encontré a Lee por ninguna parte. De aseguro, al salir tan rápido de la casa no lo vi.

No era entretenido el hacer travesuras solo. Nunca antes me había aburrido tanto en la vida, así que decidí irme a dormir o por último ver si George seguía despierto.

Me acerqué a la señora gorda y dije la contraseña. Todos estaban durmiendo.. Realmente son muy aburridos a veces.

Entré a la habitación y George estaba profundamente dormido. Las sábanas estaban al final de la cama, su almohada casi colgaba y el cuaderno estaba en el suelo. Sonreí y me acerqué para taparlo. A pesar de todo, quería a mi hermano y lo cuidaba cuando la ocasión se presentara. Luego de arroparlo, le acomodé la almohada y mi vista se fijó el el cuaderno.. ¿Que tanto escribirá allí? Las pocas veces que me separo de él recurre a ese cuaderno.. ¿Tendrá algún secreto? ¿Algo que no me quiere contar? ¡Joder, somos hermanos, hasta amigos! No me puede ocultar cosas, no señor.

Y sin nada de culpa, tomé el objeto y lo abrí. Lo ojeé un rato y luego lo dejé en su lugar.

- Esto será divertido.- susurré, antes de irme a dormir.