Can't Stop Feeling {Weasley Twincest}

Capitulo 3

[POV Fred]

- Al parecer está funcionando – pensé, entusiasmado, al sentir un aura algo negativa cerca de nosotros.
- Después de esto me tendrás que dar una buena explicación, Weasley – dijo la morena, quien seguía tomada de mi mano.
Caminamos un buen rato hasta que di la vuelta y vi una silueta corriendo hacia el castillo. Silueta conocida por mi.

- Perfecto – dije, antes de soltar la mano de la cazadora – ¡Gracias y nos vemos!

Angelina, quien quedó más confusa que antes, se despidió con la mano y caminó en dirección contraria.

- Algo quiere a cambio.. De aseguro espera algo de mí – pensaba ella. Lo único que le quedaba era esperar.

[POV George]

Llegué a la habitación, enojado hasta la coronilla.. ¿¡Como se atreve a..? ¡Merlín! Esto no es verdad.. ¿Eso era lo que me ocultaba? ¡Desgraciado! ¡Imbécil! ¿Estarán hace mucho juntos? ¿Realmente estoy tan ciego como para no poder verlo? ¡Y yo sufriendo.. Por él!
La rabia me carcomía el pensar. Solo atiné a desquitarme con la almohada. Trataba de que las lágrimas no escaparan.. Realmente me debo ver demasiado estúpido llorando por mi hermano. Nunca pensé que caería tan bajo.

Un golpe a la puerta me paralizó. Limpié mi cara con las mangas de la túnica antes de que la persona que menos quería ver en ese momento entró.

- ¡Hola! - gritó, eufórico - ¡No sabes la nueva que tengo!

Mi estómago giraba de un lado al otro. No sabía que responder.. De aseguro me delataría si le dijera la verdad: "Oh hermano mío, estaba en el lago escribiendo sobre el amor que tengo hacia ti y de la nada te veo con esa zorra de Angelina, pero no.. No es nada grave"

- ¿Acaso no me vas a preguntar? - dijo, curioso por mi silencio.
- Realmente no me interesa, hermano..
- ¿Seguro? ¡Es una noticia demasiado buena como para callarla! Estarás muy feliz al saberla. Al saber que tu hermano es feliz.
- No me puedes decir eso, bastardo.. -pensaba, a punto de agarrarme a golpes con Fred.. A veces pienso si él es el ciego o soy yo quien actúa muy bien.
- Me siento mal.. - dije, recostándome en mi cama. ¡Bingo! Si me quedaba dormido, tal vez Fred se iría junto con su "nueva novia" y fin discusión.. Todo está fríamente calculado. ¡Es Perfecto!
- ¿No quieres que te lleve donde Pomfrey? - preguntó.
- No, gracias Fred.. Mejor retírate.
- ¡Ni loco! - contestó. Mi ego victorioso cayó al suelo con sus palabras.. ¿Ahora que haré? - Me quedaré cuidando a mi hermanito favorito.

Sentí como Fred se sacaba los zapatos y se recostaba junto a mi. Mi corazón latía fuertemente, rezando para que los latidos no los escuchase mi acompañante.

- ¿Que sientes? - preguntó dulcemente, llevando su mano a mi frente.
- Ganas de.. De golpearte – dije, descartando la otra posibilidad: Ganas de abrazarte.
- ¡A-há! - dijo, simulando que anotaba los síntomas en alguna hoja imaginaria, como si fuera un doctor. - ¿Y por qué me quieres golpear?
- Por.. Por.. Nada, olvídalo – dije, arrinconándome hacia la muralla.
- ¿Por algo que yo no sepa? ¿Alguna situación en particular? - ya no podía contenerme: Fred, no sabes lo mucho que te odio en este instante

[POV Fred]

- ¿Acaso no me vas a preguntar? - le dije, aguantando la risa.
- Realmente no me interesa, hermano..
- ¡Bingo! - pensé – Descubrí tu punto débil.. - ¿Seguro? ¡Es una noticia demasiado buena como para callarla! Estarás muy feliz al saberla..Al saber que tu hermano es feliz.

Mi hermano mantuvo silencio: Te tengo atrapado, George Weasley.

Pusiste de excusa de que te sentías mal. No te creí. Justo en este momento, no quería dejarte solo. No con la verdad a punto de ser descubierta.

Me recosté a tu lado. Sentí como te estremecías con el simple contacto de mi mano en tu frente. Eres adorable, Georgie.

Comencé con las preguntas. Primero como un juego, luego di directo a tu corazón. Quiero que te liberes, Weasley. Me lastima que estés tan mal y por mi culpa. Quiero que seas feliz.. ¡Y que mejor que conmigo! ¿Por qué crees que armo este teatro con Angelina? ¡Para que reacciones de una vez y no lo guardes todo!

Yo solo te daré un poco de ayuda. El resto lo deberás de hacer tú, hermano.

- ¿Y por qué me quieres golpear?
- Por.. Por.. Nada, olvídalo.
- ¿Por algo que yo no sepa? ¿Alguna situación en particular?

El silencio se hizo presente. Me desesperaba que no dijeras nada, que mantuvieras silencio. De aseguro ya querías acabar con este martirio. Tampoco quiero que pases por esto, pero debes avanzar, George.

Debes confiar en mí.

Al no reaccionar ante nada, la única posibilidad era que yo hiciese algo. Una sonrisa surcó mi rostro, con una idea algo malvada, pero necesaria.

- ¡Eh! ¡George! - el pelirrojo giró su cabeza hacia mi y con un simple movimiento, junté mis labios con los suyos – Lo siento..