Capitulo 10

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[POV George]

- ¡Vamos, Fred! ¡Llegaremos tarde!.- le gritaba a través del pasillo, esperando una respuesta a cambio.

- ¡Que histérico, Merlín! ¡Tan solo es una fiesta y ya!

- No es cualquier fiesta.. ¡Nuestro hermano se casa, Fred!

- Tss.. Gran cosa.. Todo el mundo sabía que estaba perdidamente enamorado de Hermione.

- Pero ahora es oficial.. ¡Así que mejor anda a vestirte!.- le dije, ya nervioso.

La fiesta había empezado hace más de media hora, pero Fred llegó tarde del trabajo y para empeorar quiso tomar una ducha antes de salir ¡Dios! ¿Por qué no empleó algún hechizo en vez de recurrir a esa cosa muggle para bañarse? Creo que nuestro padre terminó rayándolo de alguna forma con esos objetos.

La maldita corbata no se acomodaba a mi camisa, por lo cual tuve que cambiarla.. ¡Que rayos! Solo tengo una corbata.. Odio las corbatas.. Ron Weasley.. Todo esto lo hago por tu felicidad.. Primera y última vez que me comporto como "un buen hermano".

- ¡Fred! ¿Tienes alguna corbata que te sobre?.- le grité, pensando que estaba vistiéndose en el baño o que simplemente se encontraba más lejos de mi.

- ¿Yo? ¿Corbatas?.- preguntó, curioso. Yo seguía revisando mi armario en busca de cualquier cosa para reemplazar ese incómodo accesorio.- ¿Me ves cara de usar esas porquerías?

- Claro que no.. Pero.. ¡Lo necesito!.- ya no podía contra mis nervios y estupidez. Nuestra madre debe estar preparando su voz con algún conjuro especial para reprocharnos por la tardanza.

Di la vuelta con la esperanza de ver más ropa esparcida por ahí, teniendo la leve posibilidad de encontrar lo que buscaba, pero las manos de Fred tirando de mi corbata hacia él me distrajo de mi labor.

- ¿A—Ahora qué?.- le pregunté, entre nervioso y enojado.

- Desde que nos mudamos que no hemos tenido un minuto a solas, hermano..

- ¡Q—Qué! ¡Pero.. Eso no podrá ser hoy.. Y menos ahora!.- repliqué. Fred bufó.

- Oh, Vamos.. Hacerlos esperar un par de horas más no le hará daño a nadie..- y me guiñó el ojo. Han pasado varios días sin un momento juntos.. Y debo admitir que extraño tenerlo entre mis brazos o viceversa.. No lo puedo negar..

¡Oh, vamos! ¡George Weasley! ¡Controla tus instintos! No sea un maldito niño.. Ya estás demasiado grande como para seguir imaginando cosas con tu hermano y.. ¡Argh!

- ¿Y que dices?

- ¿Que digo qué?

- ¿Aceptas?.- volvió a preguntar, clavando sus azules ojos en mi.

- Quizás.. Mañana..

- ¡George! ¡No puedo aguantar!

- Aguantarás todo lo que yo te diga si sigues molestando..

- Que horror.. ¡Ah! Y quédate con esa corbata rara.. Te pinta bien.- y volvió al baño.

Solo di un suspiro y seguí con lo mío.


[POV Fred]



- George.. Eres muy malo.. ¡No me puedes dejar así!.- me decía para mis adentros, frustrado de no poder conseguir lo que quería.

¡Ya han pasado tres semanas desde que nos mudamos y nada! Estoy cansado de llevar cajas y cajas de libros de hechicería y de bromas, junto con objetos de los Sortilegios Weasley que nunca logramos acabar o que sencillamente eran defectuosos como para venderlos. Sabía que teníamos muchas cosas, pero nunca tanto como para representarlas en millones de cajas.

¡Y me castigas con tu abstinencia! Tal vez a ti te funcione, pero lo que es yo.. ¡Necesito tenerte a mi merced como en los viejos tiempos! Verte reír, gemir, pedir por más.. Con tan solo imaginarme ese rostro sonrojado y lleno de lujuria, mi control desde hace unos días desaparece.

Para peor, como lo prometimos de un principio, nuestra relación es y será secreta por el resto de nuestras vidas.. O hasta que no le demos importancia a lo que diga la gente o mejor dicho: Nuestra familia.

Ya estamos por cumplir dos años como "pareja" y decidimos "regalarnos" una casa para nosotros solos. Nuestra madre cayó en pánico al pensar que no nos podríamos cuidar solos o que quemaríamos la casa, mientras que mi padre decidió pagarnos parte de la renta con lo que ganaba del Ministerio. Ron está por sacar su título de Auror mientras que Ginny sigue con sus estudios. Dudo que ellos sepan sobre nuestra situación.

Y en fin.. Es mejor que me apure antes de que George explote nuevamente.

La casa no era muy grande (para las cajas, claro está.. Malditas cajas..) pero para nosotros era una mansión. Por lo cual, tuvimos que guardar algunas cosas en el baño.

Decidí abrir una de las tantas cajas, buscando algo bueno para vestir, pero nada. Segunda caja.. Tercera, cuarta.. ¡Nada! ¡Rayos! Creo que tuvimos que marcarlas antes de cambiarnos.

Mientras mi mano se escabullía entre tantas cosas, en el fondo toqué algo duro y extraño.

- Que raro..- pensé, porque el resto de las cosas eran de Quidditch..- Que será..

Victorioso, extendí mi mano junto con aquel objeto.

- Volví a encontrarte.. Pensé que ya te habían botado o algo similar.- y reí.

[POV George]



¡Que lento! Agradezco tener el permiso de usar el traslador.. ¿Que tanto hará?

Sigilosamente me acerqué a la puerta del baño, pero no oía nada. Todo estaba en silencio. Demasiado fuera de lo común.

Y de un sopetón, abrí la puerta, viendo a Fred, sentado en el suelo, leyendo un cuaderno. Cuaderno demasiado familiar..

- ¡Que haces con eso!.- grité, tratando de arrebatárselo, pero fue más rápido y lo ocultó detrás de él.

- Juraba que ya te habías desecho de este pobre.- dijo, señalando al ya raído y sucio cuaderno, con todos mis escritos dentro.- Pensar que todo comenzó por haber leído estas palabras..

Y comenzó a recitar de forma dramática uno de mis primeros escritos. Yo, rojo de la vergüenza, salí de allí y decidí ir a la fiesta solo. Se lo merecía por.. Entrometido..

¡Que vaya solo a la celebración! ¡A mi qué! ¡Me colma la paciencia!

A punto de tomar el traslador ubicado en la cocina, Fred me tomó de una manga y me llevó arrastrando hacia la habitación. Rayos.. Otra vez no.

[POV Fred]



- ¡Que haces, tonto! ¡Estamos muy atrasados! ¡Y todo por tu culpa!

- Vamos.- dije, llevándolo a rastras por el suelo.- Hay cosas más importantes.- y lo adentré a nuestro cuarto, cerrando la puerta con un rápido hechizo de varita. George no traía la suya a mano.

Mi hermano se levantó y se sentó indignado a la orilla de la cama, con los brazos cruzados y con el mismo humor de hace un rato.

- ¡Qué es tan importante! ¿Alguna otra broma? ¡Vamos, habla!.- gritaba, aún esperando que hablara.

- Pues..- balbuceé.- Me surgió una duda.. Con el cuaderno.

George suspiró de mala gana.

- Todo está escrito ahí. Si quieres que vuelva a refregarte en la cara lo importante que eres para mi, lamento decirte que no es el momento..

- No, no es eso.- respondí.- Sino que.. En lo último que escribiste.. Decías que era mejor olvidar lo nuestro.

No dijo nada. Temerosamente, tomó el cuaderno que llevaba entre manos y leyó la última hoja.

- ¿Acaso tu quieres hacerlo?.- preguntó George, serio, clavando esos intensos ojos azules.- Después de tanto tiempo..

- Siempre he creído que lo de nosotros es un error.- interrumpí, bajando la vista. No podría aguantar verlo triste una vez más.- Creo.. Creo que no fue planeado.. Que nos tomó por sorpresa y sólo lo aceptamos.. Llevo meses pensando esto.. Pero ahora que vuelvo a encontrar esto.. Pienso diferente.

George se levantó y se acercó a la ventana. A veces no es bueno conocer mucho a tu hermano.. Sabía que te sentías mal.

- ¿Sabes qué?.- dijo, con un tono algo extraño. Tan raro que me dio hasta miedo el escuchar esas palabras.- Tienes razón: Hoy mismo le diré a mamá que vuelvo a casa.

Mi corazón dio un brinco.. ¿Está bromeando, verdad?  

Can't Stop Feeling  {Weasley Twincest}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora