[ capítulo tres ]

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Las semanas habían pasado, y el embarazo de YoonGi había evolucionado bastante saludable.

Los malestares presentes en HoSeok seguían, aunque ya no tan constantes como antes, y YoonGi no había estado excento de nuevos síntomas.

Incluso HoSeok se quejaba constantemente pues tenía antojos de lo más peculiares, y claro que él no podía negarle nada a su lindo esposo.

El doctor HyungWon se había reído una vez de él cuando llegó a la clínica en que trabajaba hecho un mar de lágrimas porque su HoSeokkie no había encontrado nachos con chocolate.

También le afecto el que de pronto el menor hubiese tenido que volver al trabajo pues su periodo vacacional había terminado y él no podía darse el lujo de faltar.

YoonGi se encontraba malhumorado en el salón de su hogar, con una pequeña cobija cubriendo sus pies, su pancita era más notoria ahora.

— ¿A qué hora se dignará a llegar este tarado? —murmuró mientras sobaba su panza e hizo un gesto sorprendido golpeando su boca al reparar en que había dicho una grosería— perdón, es solo que dijo que estaría aquí pronto.

El timbre de su hogar sonó y él se puso de pie inmediatamente, corriendo hasta la puerta — ¡Al fin!

— Oye, si estarás así de cariñoso le diré a HoSeok que te embarace más seguido.

YoonGi se pegó al brazo de su amigo SeokJin tan pronto abrió la puerta sin importar que se riera de su comportamiento.

— ¿Cómo llevas todo YoonGi? Realmente fue una sorpresa recibir tu llamada y esta linda noticia.

— Me siento gordo —admitió el pálido provocando la risa del mayor— ¿me acompañarás al curso?

— Bueno, llamaste para eso así que supongo que sí, ¿estás listo ya?

El menor asintió y ambos salieron del departamento, YoonGi subió al auto de su amigo — Oye, no me mates por lo que estoy por decir —pidió SeokJin mientras encendía el auto— pero luces radiante.

—Bueno el doctor HyungWon dijo que era por las hormonas que se producían durante el embarazo.

—Cool, NamJoonie y yo seguimos temiendo por TaeTae, el primero nunca es fácil de cuidar, en serio —YoonGi le regaló una sonrisa a su amigo, terminó dormitando en el auto hasta que SeokJin lo despertó cuando llegaron a su destino.

YoonGi vio el edificio de un color suave para la vista e hizo una mueca, no sabiendo si lograría encajar en ese lugar.

Realmente le hacía falta HoSeok a su lado, él con solo su presencia le hacía sentir seguro.

Incluso con una mínima sonrisa hacía el corazón del menor latir desenfrenado, como si aún fuesen los universitarios que se enamoraron hacia varios años atrás.

Revisó su celular y el mensaje de su esposo deseándole buena suerte en el curso provocó que sonriera.

—Vamos Jin.

Para su tranquilidad no había tantas parejas en cuanto entró a la habitación, algunos les dedicaron sonrisas tímidas y otros más le saludaron en la distancia.

Jin parecía demasiado metido en su papel como padre sustituto debido a la ausencia de HoSeok por ese día.

— Lo estás haciendo muy bien YoonGi —la instructora palmeó su hombro cuando pasó por su lugar mientras bañaban a un muñeco.

YoonGi se sintió orgulloso, pues a pesar de todo si podía arreglárselas para criar de un bebé.

— Creí que no sería capaz de digerir esta imagen, pero hasta es adorable —SeokJin habló después de recibir al muñeco para cambiarlo como todo un experto— serán unos excelentes padres.

El curso terminó una hora más tarde y YoonGi decidió que volvería a ir, pues incluso había hecho amistad con otras parejas.

— ¿Quieres ir a dar una vuelta antes de volver a casa? —SeokJin movió sus cejas de arriba abajo como un pequeño haciendo una travesura.

— ¿No tienes que volver por Tae?

— Ese niño se olvida de que tiene padres cuando va a jugar a casa de sus amigos. ¡Vamos YoonGi, solo será un ratito!

De esa forma YoonGi se vio raptado y llevado a un centro comercial cercano, en donde pasaron a un par de tiendas de ropa y compraron un par de prendas pues Jin exageró al decir que el menor lucía asombroso y no podía simplemente dejarlas.

— ¿Cuántas semanas llevas?

— Veinte, mañana debo ir para una nueva ecografía, nos dirán el sexo del bebé.

YoonGi estaba emocionado y su emoción fue transmitida a su amigo pues no tardó en hacer un escándalo que atrajo la atención de algunos transeúntes.

— ¿Me lo dirás tan pronto lo sepas, cierto? —SeokJin chilló cuando el menor negó— ¡Ah YoonGi, no seas así! ¡Tu fuiste el primero en saber el sexo de Tae!

— ¡Está bien, está bien! Pero ya deja de gritar.

YoonGi llegó a su hogar unas horas más tarde, cuando el sol ya se había ocultado y había dado el paso a la luna que se encontraba especialmente brillante esa noche.

Lo primero que vio al llegar fue a HoSeok calificando algunos exámenes en la mesa de la cocina.

Camino en silencio y lo abrazó por la espalda, sintiendo como se deshacía ante su tacto — Hola bebé, ¿te divertiste el día de hoy? —HoSeok besó los labios del mayor tiernamente y le dejo la silla que él utilizaba.

— Fue divertido, sí. ¿Qué tal tú?

— Bueno al parecer los exámenes sorpresa no son los mejores amigos de los adolescentes, pero fue divertido verlos.

YoonGi rio e intentó ponerse de pie, pero la mano de HoSeok lo detuvo y él se colocó sentado en el piso.

— Tus pies están inflamados —informó cuando ya se encontraba sacando los zapatos del mayor de sus pies, masajeando con cuidado.

— Se siente bien —YoonGi murmuró provocando una sonrisa satisfecha en el rostro del menor— ¿has comido ya?

— Calenté la comida del refrigerador, descuida —el menor se puso de pie y dejo un montón de besos sobre el rostro del mayor— ¿te he dicho que eres precioso?

— Un par de veces, ¿te he dicho que eres un adulador?

—Bastante seguido —el menor soltó una risita, besó el cuello de YoonGi con cariño, con toda la intención de arrancar un par de gemidos que avergonzaron al mayor.

— Seok —YoonGi jadeo y alejó al menor, su mirada cálida había cambiado a una más intimidante, sexy.

— El doctor Chae dijo que era bueno durante el embarazo.

— Estoy gordo HoSeok, mi panza va a molestarte.

El característico triángulo apareció en el labio inferior de HoSeok, señal de su claro desacuerdo. Llevó sus manos hasta el bulto en la pancita del mayor y lo acarició con cariño.

— Yo creo que eres hermoso, YoonGi. No digas eso, tu pancita es la cosita más adorable que he visto en la vida.

YoonGi hizo un puchero que HoSeok se encargó de borrar con un par de besos húmedos — Sé gentil Seokkie.

— Lo seré bebé —el aroma del mayor parecía haberse vuelto cien veces más atractivo, y el menor no perdió la oportunidad de probar un poco del cuerpo sudoroso del pelinegro.

— Te amo bebé, te amo tanto.

YoonGi realmente no sabía que había hecho para tener en su vida a una persona tan dulce y amable como lo era HoSeok.

Y estaba agradecido con la vida, el destino o aquella fuerza mágica que los había unido.

El pelinegro se quedó encogido sobre sí mismo, con los brazos del menor rodeando su cuerpo. Mirándole dormir.

Se removió un poco provocando que HoSeok frunciera el ceño entre sus sueños y apretará el agarre de sus brazos en su cuerpo.

Con trabajos estiró su cuello y dejo un beso sobre la frente del menor — Yo te amo más, Seokkie.

baby ; hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora