baby ; hopega

[ extra ii ]

YoonGi se sentía enorme, sus mejillas estaban notablemente más rellenas, incluso más que cuando había estado embarazado de JungKookie.

Recién había cumplido ocho meses, y a pesar de ello junto a HoSeok no habían sido capaces de decirle a su pequeño hijo que pronto tendría un hermanito. Siempre encontraban un pretexto tonto y hasta infantil para liberarse de esa carga.

Seguían sin comprender porque ambos siendo adultos no podían hacerle frente a su pequeño hijo, tal vez se debía a esos grandes y brillantes ojos que siempre los miraban con cariño y admiración. 

Sabían que era demasiado pronto para que el pequeño Kookie tuviera otro hermano, incluso aunque su pequeño fuera el niño más adorable del mundo no sabían si tomaría bien la noticia.

YoonGi asomó su cabeza desde el sofá al escuchar la puerta del departamento abrirse, JungKook corrió al escuchar la voz jocosa de HoSeok llamar su nombre.

Se dejo caer sobre sus brazos al verlo acuclillado en la entrada, abrazándose fuertemente a su cuello.

— ¿Te portaste muy bien el día de hoy Kookie?

El pequeño asintió con una gran sonrisa que se ensanchó al ver un pequeño peluche de conejo rosado que su padre alzó en el aire y se lo tendió, caminó hasta el salón, en dónde YoonGi se encontraba sellando una caja.

A pesar de que ambos habían acordado mudarse tan pronto fuera posible habían estado postergándolo, en primer lugar, porque la restauración del lugar al que se mudarían había tomado más tiempo del que habían estimado, en segundo porque HoSeok ya no tenía tanto tiempo libre debido a su trabajo y no había podido ayudar a YoonGi a empacar sus cosas y esté no podía moverse demasiado debido a su enorme panza.

— Detente ahora mismo señor Jung, deberías estar descansando —YoonGi se giró con una ceja alzada, viendo a su hijo reír en los brazos de su esposo.

HoSeok se inclinó a depositar un beso sobre los labios del mayor, y escuchó a JungKook reír avergonzado porque sus padres se estaban dando amor frente a él —¿Cómo estuvo tu día?

— Triste porque no pude verlos —YoonGi dejo un suave golpe en el brazo del menor, avergonzado, y él seguía amando las reacciones tímidas del mayor aún después de tanto tiempo juntos.  

Lo obligó a sentarse junto a ambos y se dieron una mirada, era ahora o nunca. Ambos miraron a JungKook que seguía jugando con su nuevo peluche y se giraron en el sofá — Kookie, ¿puedes prestarnos atención un momento cariño? —YoonGi suavizó su voz, atrayendo la atención del menor que inmediatamente bajo al muñeco a su regazo.

— ¿Malo Kookie? —HoSeok hizo un puchero al escuchar a su pequeño preguntar con voz temblorosa, y lo abrazo fuertemente.

— No Kookie, no hiciste nada malo —YoonGi sonrió apretando su mejilla— o eso quiero creer mocoso, ¿hiciste algo malo de lo que no me enteré?

— Yoonie no lo asustes —HoSeok rió al ver al menor negar rápidamente y lo sentó sobre sus piernas— Kookie, yo, yo... Joder esto es más difícil de lo que pensé.

— ¡No maldigas en frente de nuestro hijo, Jung HoSeok! JungKook, vas a tener un hermanito.

HoSeok sabía que YoonGi no era la persona más paciente del planeta, pero le sorprendió demasiado que perdiera tan rápidamente los estribos frente a un niño pequeño así que no pudo evitar largar una carcajada.

JungKook seguía luciendo completamente confundido sobre lo que pasaba a su alrededor, y gracias a ello el ambiente se relajó un poco — Kookie sabes que tu papi y yo nos queremos mucho ¿cierto? —HoSeok seguía haciendo ademanes para facilitar la información al menor, asintió al ver como lanzaba un montón de besitos a YoonGi, que miraba todo con los brazos cruzados— su panza trae a un bebé igual de bonito que tú Kookie, y vas a tener que compartirnos un poquito con él.