III

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🌠Despedidas🌠

Y qué mal sientan las despedidas.

No hablo de esas que te dejan un mal sabor de boca, hablo de las que te dejan un enorme vacío en el pecho.
Esas en las que sientes que tu mundo se viene abajo.
Lágrimas, besos, cientos de miradas involuntarias y miles de sentimientos salen a la luz en ese momento.
El reloj anuncia la terrible llegada.
El «tic-tac» de los segundos te hace darte cuenta de que esto va a ser un adiós definitivo, aunque mueres porque solo sea un «te veo luego».
Coges su mano, pero poco a poco el contacto entre ellas se pierde.
Un último adiós.
Un último beso.
Un último abrazo.
Una última mirada.
Las lágrimas comienzan a llegar.
Un nudo en la garganta se empieza a formar.
El vacío en el pecho te hace estallar.
Llamadas, mensajes, vídeos, audios y fotos no se hacen presente.
Ahora todo es diferente.
Esa persona con la que te sentías feliz y segura se ha marchado.
El destino os ha separado.
Intentas pensar que, aunque ya no veas nunca más a esa persona, vas a conseguir olvidarla.
Pero qué dañinos son los recuerdos, porque te hacen saber que siempre vas a amarla.

Y sí, jode saber que se han roto por completo nuestras promesas cumplidas....

Y qué mal sientan las despedidas...


Laura Nava

Pensamientos De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora