ADIDAS AND GUCCI ||Larry Stylinson||

D O S

–¿En serio tiene que sostener una gallina?

La morena echó un vistazo una vez más a donde se encontraba Harry sosteniendo al animal en sus manos, mientras algunos limpiaban bien las ventanas, movían los muebles, colocaban algunos papeles en el mostrador para poder lucir aquella escena.

Daiana ponía sólo un poco más de labial brillante en los labios de este, el cual hacia gestos graciosos haciendo enfadar a la chica.

–En esta empresa podemos poner incluso a un caballo

Defendió Cristal.

La mencionada camino lejos supervisando que todo estuviese bajo control. Harry por otra parte sentía todas las manos tocar su cuerpo, ya era costumbre, puesto que no dejaban que tú colocases el traje, forzadamente ellos tenían que ponerlo. Sintió cosquillas cuando Tony metió la mano dentro de su abdomen para bajar la pequeña camisa que portaba bajo la chaqueta.

Con una sola señal Harry caminó hasta ponerse detrás del mostrador sosteniendo al pequeño animal. Sujeto con ligereza ya que tenía miedo que en media foto saliera picándolo o peor aun, hiciera algo desagradable en su traje.

Desvió su mirada hasta ver el techo color blanco, borro la sonrisa que tenía y se mostró serio. Sus manos temblaron cuando el animal agito su ala.

–No, ayuda

Casi imploró.

Una de las tantas personas que estaban allí corrió a su auxilio tomando al animal en sus manos.

–Vil, trae un tranquilizante, eso ayudara ­–Aseguró–

–¿La haras dormir?

Los ojos del rizado casi se llenan de lágrimas al oír tales palabras.

–Sí, pasara el efecto en media hora

Cálculo mientras el chico llegaba con una inyección en sus manos.

–No, no, Vil deja eso, Gany, puedo con esto

Se aseguró así mismo tomando el animal en sus manos.

Gany asintió y ordeno que este se llevara el tranquilizante.

La sesión continuo.

Lo hicieron caminar por cada rincón del lugar, posando y enseñando sobre todo la nueva prenda.

La maquillista instantáneamente ordenó que la rubia abriera los labios un poco más para que colocara más labial, haciendo resaltar más su piel palida.

Gemma mostró una pequeña sonrisa mirando como lo hacia Ross. Cuándo el flash llego a su cara hizo lo mejor que pudo. El fotógrafo más encantado no podía estar, le hacia felicitaciones de cualquier forma.

A diferencia de Harry estaba en el tercer piso, el rizado permanecía en el quinto. Necesitaban su propia sala fotográfica.

Su cabello fue casi tirado al momento, ya que lo alaciaron un poco más. Gemma soltó un quejido al sentir la plancha quemar un poco su piel. La chica se disculpo un poco asustada, Gemma sonrió y no le hizo espectáculo alguno, sabia que cuando eran sesiones podían ser largas y todo un poco estresante. Muchos cambios, su cara a veces llegaba a arder.

Valía la pena.

–Un poco más informal la blusa ¿No crees?

Opinó uno de los diseñadores. Casi todos asintieron, unos se opusieron pero gano la mayoría por lo que Gemma sintió las manos de la chica desordenado un poco su blusa.