Capítulo 1.

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El molesto timbre de un teléfono hace que la cabeza me retumbe. Me remuevo en mi lugar y me giro hasta quedar boca arriba. Me duele la jodida espalda. ¿Cómo fue que dormí en el suelo? No tengo idea.

Abro los ojos al escuchar que el timbre de mi teléfono ha cesado. Me quedo mirando el techo, dándome cuenta de que me encuentro en la estancia de mi apartamento, tratando de organizar en mi mente todo lo que sucedió anoche.

La fiesta se salió de control anoche después de la carrera. Recuerdo a Louis molesto y luego salimos de Karaoke Music. Oh, demonios, espero no haber hecho demasiado desastre en el bar, o Louis me lo va a cobrar caro.

No es hasta que hago el intento de levantarme, y siento la humedad. ¿Qué demonios? Observo mis manos y todo lo largo de mis brazos están mojados. ¿Qué maldita broma es esta?

Me pongo de pie con dificultad, sintiendo como cada parte de mi espalda protesta, sintiendo también como la humedad recorre todos mis músculos.

Y no sé que es lo que me enfurece más; la cantidad de personas durmiendo por todo mi apartamento, el desastre total de basura y botellas de alcohol que hay, o que el piso esta completamente cubierto de agua.

Maldita sea.

Busco rápido mi teléfono y lo encuentro dentro de un vaso de cristal arriba del sistema de sonido. Maldición. Debe funcionar, lo escuche sonar hace un momento. Lo tomo, y para mi buena suerte enciende.

4 llamadas perdidas de papá, 7 llamadas perdidas de Louis, dos mas de Harry, y un montón de correos de la empresa.

Mas tarde le llamaré a papá, necesito que los chicos me digan que demonios pasó anoche. Sé que no me puse tan borracho como para no recordar.

Rápido le regreso la llamada a Louis. Me responde al segundo timbre.

– ¿Acaso has perdido la jodida cabeza, Niall Horan?

– Lo siento, hermano. –es lo primero que se me ocurre decir. No tengo idea de a que se refiere ni por que exactamente me estoy disculpando.

– ¿Lo sientes? ¡Regalaste tu jodido auto, pedazo de imbécil!

– ¡¿Qué?!

¡¿A que maldito punto de mi locura pude haber llegado para hacer eso?!

– No sé que mierda te fumaste anoche, pero necesito que laves tu apestosa humanidad y te pongas a ayudarnos en el lio en el que estamos metidos.

– ¡Maldición, Louis! No recuerdo nada de lo que pasó anoche. ¿Qué sucedió? ¿Dónde están?

– Estamos en la delegación. Harry está detenido porque intentamos recuperar el auto que estúpidamente regalaste, maldita sea.

– Mierda. –esto fue muy lejos. –Voy para allá.

Cuelgo de inmediato y corro hacia mi habitación. Luego veré que demonios pasó aquí, tengo que sacar a los chicos de la delegación.

Me ducho en tiempo récord y, apenas estoy vestido, tomo mi teléfono, mi cartera, y salgo de mi apartamento. Espero que cuando regrese ya no haya nadie aquí.

Bajo al estacionamiento del edificio y pienso en si ir en mi moto o en el auto. Será mejor en mi auto, debo pasar por un café.

Conduzco con las ventanillas abajo, esperando que el fresco viento de la mañana termine de despertarme. Aunque con la noticia de mi auto y los chicos tuve bastante para despertar.

¿Cómo pudo ser que regalé el auto con el que corro? ¿Qué demonios estaba pensando? ¿Qué estupidez harían los chicos para recuperarlo?

Treinta y cinco minutos después de la llamada de Louis ya estoy fuera de la delegación. Me bebo de un trago lo que resta de mi café y entro.

Cambio Inesperado [N.H.]© Parte #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora